La tribu yaqui, más de un siglo padeciendo promesas incumplidas en México

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La historia moderna de la tribu yaqui está marcada por la defensa permanente de sus derechos territoriales y la lucha por los recursos naturales, unos reclamos que expondrán  ante el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador.

 

Ubicado entre los municipios de Cajeme y Guaymas, al sur del estado de Sonora, el territorio yaqui -también autoidentificado como yoeme- es atravesado por infraestructura pública y privada prioritaria para el desarrollo de la economía en todo el noroeste de México.

López Obrador llegará por segunda ocasión a la Guardia Tradicional para reunirse con los gobernadores de los Ocho Pueblos yaqui para establecer los compromisos del Plan de Justicia para el Pueblo Yaqui, que el mandatario resumió en dos palabras: "tierra y agua".

De acuerdo con los datos del último censo, la tribu yaqui está conformada por 32.000 indígenas que habitan en ocho pueblos: Cócorit (Chiltepines), Bácum (lagunas), Vícam (puntas de flecha), Pótam (topos), Tórim (ratas), Huírivis (un tipo de pájaro), Ráhum (remansos) y Belem (Belén).

El 95 % de su población se dedica a la agricultura de granos y hortalizas.

UNA HISTORIA DE SUPERVIVENCIA

Los yaquis han sobrevivido a intentos de exterminio, como el del dictador Porfirio Díaz, que en el año 1900 intentó masacrar a la tribu en la Batalla de Mazocoba.

Este enfrentamiento estuvo precedido por largos años de una guerra de baja intensidad que cobró la vida de 23 mil  indígenas entre fusilamientos, ahorcamientos, toma de prisioneros y una deportación masiva a Yucatán, en la otra punta del país, que tenía el propósito de acabar de tajo con su cultura, pero aguantaron.

El motín de guerra siempre ha sido el fértil Valle del Yaqui y el abundante agua de una cuenca hídrica que nunca ha terminado de secarse a pesar que actualmente abastece al menos a cuatro de las ciudades más pobladas de Sonora: Hermosillo, Guaymas, Empalme y Ciudad Obregón.

SERVICIOS ESENCIALES

El territorio que actualmente habita la tribu yaqui entre los municipios de Guaymas y Cajeme es atravesado en 90 kilómetros por distintas instalaciones, las públicas son la Carretera Federal México 15 que conecta al noroeste de México desde el occidente hasta la costa oeste de Estados Unidos.

También las líneas de alta y baja tensión de la Comisión Federal de Electricidad, así como el oleoducto de Petróleos Mexicanos Guaymas-Ciudad Obregón y el acueducto Río Yaqui-Guaymas, Empalme y San Carlos, que abastece de agua a 200 mil  habitantes.

Entre las instalaciones de empresas privadas que atraviesan los Ocho Pueblos se destacan el gasoducto de Sonora, que va de Arizona hacia Sinaloa; la fibra óptica para telecomunicaciones de Telmex; y las vías del tren de Ferromex, empresa filial de Grupo México.

En sus manifestaciones, la Guardia Tradicional de la Nación Yaqui exige la cancelación del Acueducto Independencia que abastece de agua a 800 mil  habitantes de Hermosillo, capital de Sonora, y que opera a pesar de una orden de la Suprema Corte de Justicia en la Nación que ordenó suspender la extracción del recurso natural.

Además, exigen que se cumpla con la construcción de infraestructura para el desarrollo social y servicios públicos de estos ocho pueblos, donde han quedado inconclusos como hospitales, escuelas, pavimentación y canchas deportivas.

Los yaquis reprochan que mientras que la cuenca hídrica que atraviesa su territorio abastece de agua para consumo humano y actividades productivas en cuatro ciudades que suman 1,5 millones de habitantes, apenas el 30 % de los habitantes de los ochos municipios indígenas tienen acceso a agua potable.

En cuanto a la tierra, los yaquis buscan recuperar 900 mil hectáreas del valle, algunas de las cuales están en posesión de comuneros y agricultores, a pesar que supuestamente habían sido reincorporadas al territorio de la tribu en un decreto presidencial promulgado por el general Lázaro Cárdenas del Río (1934-1940). Cajeme (EFE)

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