Por Roberto PELÁEZ
Nora Uribe, líder de los ecuatorianos, lo resume en pocas palabras: Coralia es un orgullo para nuestro Club, con ella podemos contar siempre, más aun en estos tiempos difíciles.
“Mi nombre es Coralia Ordoñez Bolaños, nací en Ecuador y desde muy joven inicié mi formación en Marketing y a través de la asignatura Psicología del Consumidor fue como encontré mi verdadera pasión por la Sicología, antes de retomar esta carrera puse en marcha mis conocimientos de Mercadotecnia en un emprendimiento familiar el cual estuvo en funcionamiento por 15 años en mi país y me brindó muchas experiencias satisfactorias”.
Pone en una mesita su vaso con jugo de naranja y prosigue: “Pasado este tiempo decimos con mi Esposo Tony Engelmann migrar a los Estados Unidos en el 2014, nos establecimos en esta ciudad para dar inicio a una nueva etapa de nuestras vidas, con nuestra familia, retomo entonces mis estudios de Sicología en Atlantic University, anteriormente en el 2006 había obtenido una maestría en Programación Neurolingüística, y continué mi formación en Sicología Bioenergética”, apunta sonriente.
De hablar pausado, como quien sopesa cada palabra, se recoge el cabello como si fuera una ‘cola de caballo’ y prosigue: “Siento una verdadera pasión por la Sicología y me considero afortunada de poder ayudar a las personas a encontrar soluciones a sus problemas y ver como mejoran su calidad de vida, además me da la posibilidad de aprender con humildad día a día.
“Hoy cobra mayor importancia el asesoramiento especializado, con una terapia adecuada la persona aprende a manejar el estrés, la ansiedad, a ser más positivo, estos son algunos de los beneficios que brinda la terapia, y aprender a manejar las emociones -en tiempos de preocupación ante un fenómeno como la pandemia- es prioritario y necesario lidiar con las medidas públicas: el distanciamiento social, el aislamiento, la separación de la familia, la economía, la incertidumbre; si contamos, argumenta, con herramientas para prevenir que las emociones se transformen en síntomas, eso ayuda al momento de enfrentar los problemas”.
Al referirse a la educación y lo que significa, afirma: “los conocimientos adquiridos a lo largo de la vida nos permiten formarnos de una forma integral; influye en todo, en el progreso de las personas y sociedades promoviendo saberes, conocimientos y fortaleciendo el crecimiento personal; la educación es la principal herramienta de cambio social y ‘el arma más poderosa para cambiar el mundo’, dijo Nelson Mandela, estamos en la era de la información lo que convierte a la educación en una fuente de riqueza, éxito y valor.
Acerca del Club Ecuatoriano de Las Vegas, comenta: “ahí conocemos amigos, compañeros en diferentes ámbitos que somos parte de ese mismo espacio social a los cuales pertenecemos compartiendo tradiciones, hábitos, idioma, es una de las opciones más productivas y gratificante el sentido de pertenencia fortalece de forma positiva el autoestima, nos anima a relacionarnos y mantenernos activos, proporciona modelos a seguir que benefician a los integrantes del grupo.
“El Club de Ecuatorianos de Las Vegas, añade, cumple sin dudas una labor relevante, fortalece las relaciones sociales, sus miembros tienen la posibilidad de compartir intereses, ideas, todo sobre el marco del respeto, la igualdad, la tolerancia, además nos acerca a la tierra que nos vio nacer, a su cultura, sus tradiciones, los platos típicos, el vestuario, las danzas, y facilita el encuentro con personalidades de nuestro país, todo eso nos permite afirmar que no nos hemos ido, que sólo vivimos un poco más lejos, pero Ecuador vive en nuestros corazones, en el pensamiento de cada uno de los integrantes de la organización”, resalta sin poder ocultar su emoción.
Apura su jugo de naranja y acota: “en estos tiempos complicados poder ayudar a las personas es sencillamente algo precioso, nos hace mejores”, sentencia.