Por Roberto PELÁEZ
Menuda, de baja estatura, resulta difícil creer que es ella, pero tras las presentaciones viene una pregunta directa, como un jab al rostro: ¿Cómo puede una mujer trabajadora, atender a su esposo, cuatro hijos, las labores del hogar, además prepararse para tomar parte en diferentes carteleras?
“Claro que es complicado, responde, pero después de reajustar el tiempo, tengo que decir que todo el mérito no es mío, soy una esposa y una madre a la que consideran mucho en casa, mi esposo y mis hijos son muy organizados, saben que lo mejor es que cada cosa esté en su lugar... creo que el deporte los ha obligado a ser ordenados”, apunta sonriente.
Oriunda del estado mexicano de Aguascaliente, con casi un cuarto de siglo asentada en Las Vegas, Laura Rojas reconoce que el ‘bichito’ del boxeo cobra fuerza en ella tras su unión con el ex peleador -hoy entrenador- Freudis Rojas, un cubano inquieto, incondicional amante del pugilismo. “Como no me gusta la violencia, expresa, al principio las peleas de boxeo me ponen muy nerviosa, sin embargo cuando mis hijos deciden comenzar a entrenar y acudo a ver sus enfrentamientos, pues poco a poco el deporte me va ganando, decido estudiar, obtener la licencia y hacerme jueza... hoy, comenta orgullosa, he trabajado en más de 100 combates, que pudiera parecer una cantidad respetable, pero me queda mucho por aprender”, asevera.
Madre de Freudis (junior), quien es medallista de bronce en un campeonato Mundial; Enmanuel (peleador de recia pegada), Stefani y Carina (se abre camino sobre el ring). “No son muchas las mujeres juezas de boxeo, resalta, aunque poco a poco nos vamos abriendo paso, para mi aparte del amor por el boxeo lo importante es que me da la posibilidad de estar cerca de mis hijos, de mi esposo (fundador y timonel de Team Rojas) y eso significa mucho.
“Ya cuando te adentras en el mundo del boxeo, sostiene, específicamente para impartir justicia, comienzas a ver este deporte de manera diferente, a prestar mucha atención a aspectos que para otras personas pasan inadvertidos, tienes que saber que un boxeador puede ganar o perder una pelea en un segundo, por eso tienes que estar atenta, alejarte de los gritos, del ambiente que te rodea, y estar muy concentrada, pues una mala decisión puede echar por tierra el trabajo, el esfuerzo de un deportista y de su entrenador”, enfatiza.
“Por otra parte, añade, aprendes de técnica, necesitas apreciar con la mayor justicia posible, a veces un boxeador quiere seguir, pero aprecias que ha recibido mucho castigo, quizás se disguste si detienes la pelea, pero mañana te lo agradece, pueden lesionarlo, castigarlo sobremanera, afectar su visión y hasta ponerle fin a su carrera, es muy importante cuidarlo, preservar su físico lo más posible, sin ‘robarse’ el protagonismo, porque el público paga para ver a los boxeadores no a los jueces”, reflexiona.
“Como dije, valoras la técnica de los contendientes, si el boxeador busca el combate, si prefiere contra golpear, su defensa, si hizo lo suficiente para ganar, todo esos detalles un juez lo debe tener en cuenta antes de votar, valorar que cada juez trabaja en un ángulo diferente, además, el boxeo amateur es muy diferente al profesional, sobre todo en el trabajo de árbitros y jueces”, afirma.
- Entonces ¿le gusta el boxeo?
- “Sí, responde, no olvide que formo parte de una familia en que nos podemos pasar horas platicando de boxeo, de figuras, golpes, técnica”, destaca, y vuelve a sonreír.