Lo mejor es que la futura mamá se prepare para el embarazo unos meses antes, y este acondicionamiento incluye, por supuesto, mejores hábitos alimentarios, debe seguir una dieta lo más balanceada posible, además de la ingestión sistemática de ácido fólico.
Si eres de las que lleva una vida sana en lo que respecta a la alimentación, incluyes frutas, vegetales, semillas frescas, entonces no tendrás que hacer muchos cambios, pues con sólo unas 300 calorías por encima de lo que comes, es suficiente.
Es importante que incorpores carbohidratos por intermedio del pan, los cereales, las patadas, ojo, si los escoges integrales incorporas a tu organismo más vitaminas y minerales, y eso es bueno.
No puedes echar en saco roto las indicaciones de sumar lentejas, zumo de frutas frescas, ensaladas, y lo mejor es que de frutas y vegetales puedes consumir cinco o seis veces al día.
Huevos, pescado, nueces, legumbres, son fuentes de proteínas, y lo aconsejable es consumir dos o tres porciones al día; por otro lado están la leche, y los productos lácteos frescos como yogurt, queso, que reportan calcio -muy necesario- y proteínas. Debes apartar o reducir lo más posible el consumo de azúcar y grasa.
