Por Roberto PELÁEZ
Informar, educar, alentar, motivar a seguir adelante, a hacer una vida normal, no pueden faltar a lo largo del año, pero más aun este lunes 18, cuando se celebre el Día de la Solidaridad con personas que padecen VIH, comenta para los lectores de El Mundo la incansable Rosita Castillo.
Hija de padres mexicanos, la entrevistada deja traslucir su marcada vocación de servir, y destaca: “debemos ser solidarios con todos, sin embargo las personas afectadas o que viven con el Virus de Inmunodeficiencia Adquirida (VIH, por sus siglas en inglés), son muy sensibles, pueden deprimirse con facilidad, y necesitan de nuestro apoyo, de palabras de aliento.
“Sin embargo también es muy importante que ellas se informen, lean folletos y libros sobre el VIH, conozcan las indicaciones de los especialistas, además, por supuesto, que acepten a quienes se acercan para ayudar”, precisa Castillo.
“Personalmente considero, advierte, que los diferentes centros de trabajo deben aceptar, respetar el derecho laboral de quienes viven con el VIH, esa es otra forma de ser solidarios, porque se les demuestra a los afectados que son aceptados, además, con el trabajo tienen una entrada económica”, externa.
En más de una oportunidad el vocero del Distrito de Salud del Sur de NV (SNHD) ha reiterado que “Quienes se mantienen sexualmente activos deben examinarse aunque sea una vez al año, porque todavía existe un número grande de personas con Enfermedades de Transmisión Sexual (ETS) al igual que el VIH... LV era antes de la crisis provocada por el Coronavirus una ciudad de paso, con características que la convierten en propicia para las relaciones sexuales ocasionales.
“Las ETS se pueden tratar y curar fácilmente, apunta el vocero, y el SNHD exhorta a todos a hacerse la prueba, obtener datos acerca de las ETS”, puntualiza.
Castillo, quien lleva muchos años ayudando a personas con VIH, deja sentado que hay varias maneras de ayudar, de ser solidario, “si un amigo, dice, vive con esta enfermedad, no debemos comentarlo a terceros, sencillamente se trata de una patología personal, privada, y él debe saber que no vas a ‘estropear’ la confianza que depositó en ti.
“También pueden llevar a cabo numerosas actividades juntos, es una manera de aliviar el estrés, explica, estar siempre listo a escuchar si quiere hablar de la enfermedad; no le ofrezcas alcohol, cigarrillos, mejor invítalo a comer sano, a que no descuide su tratamiento médico”, resalta.
Castillo concede importancia capital, subraya, a defender los derechos de los pacientes de VIH, y a que éstos se informen, conozcan sobre la enfermedad, “es relevante que conozcan todo sobre la enfermedad, y que pueden contar con nosotros, alentarlos en todo momento”, apunta
“Deben saber que si antes organizábamos eventos comunitarios dirigidos a informarse, aprender cada vez más acerca de la enfermedad, después del Coronavirus hay personas, organizaciones cuya razón de ser es ayudar lo más posible”, resalta Rosita Castillo.
Deja traslucir un sano orgullo cuando señala: “En ocasiones aliento a mi hija Reina, ella asume una labor muy noble, atiende a personas afectadas por el VIH, y en más de una oportunidad la siento triste, la veo contrariada, y es que el fallecimiento de un paciente es un golpe considerable, sin embargo debemos seguir con nuestra labor; ella va tras mis pasos y es muy activa, y me alegra mucho que nunca le falta una palabra de aliento para quienes están apesadumbrados”, concluye.
