Las amigas te invitan a salir de noche, quieres impresionar, entonces aparte de acudir a ese hermoso vestido que guardas para las ocasiones, se impone un maquillaje que llame la atención de todos, para lucir una imagen diferente sin dejar de ser atractiva.
No hay dudas de que los ojos exigen tiempo y técnica, más que todo porque resultan un elemento importante dentro del maquillaje de noche, e incluye por supuesto una amplia gama de colores.
Quizás no eres partidaria de un look ‘muy cargado’, te inclinas por colores tenues; entonces debes aplicar un corrector en todo el párpado, para ello puedes valerte de una brocha pequeña o apelar a la yema de los dedos.
Después sella el producto con polvo -una sombra clara-, que te permita tapar (o disimular alguna vena; con la brocha difuminadora escoges la sombra de tu preferencia y la aplicas en la cuenca del ojo, debes escoger con cuidado pues será el ‘tono de transición’... te va a ayudar a ganar profundidad en la mirada, gracias a una correcta mezcla de colores.
Se impone luego hacer uso de un tono más oscuro, úsalo en el tercero exterior del ojo, tienes que difuminar bien para que no queden líneas marcadas que diferencien un color de otro. Con una sombra más fuerte concéntrate en la (v) externa, con ellos ganarás aun más en profundidad. Recuerdas que mencioné la palabra técnica, pues hay que difuminar bien los colores para conseguir un acabado perfecto.
Sin embargo, aunque tu nuevo look es diferente al que usas por el día... a quién no le gusta el brillo; las sombras en crema resultan tus mejores aliadas, debes usarlas desde el lagrimal hacia afuera, y una vez allí, a difuminar sin tapar las sombras en polvo. Vas a quedar preciosa.
