Opinión: ¿Dejamos a Trump hacer trampa?

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Donald Trump es un presidente muy imperfecto. Tanto que muchos padres le advierten a sus hijos que no lo imiten.

Trump ha expresado gravísimas opiniones sexistas -¿se acuerdan lo que dijo en el video del programa Access Hollywood?-; ha hecho comentarios racistas en contra de inmigrantes mexicanos, haitianos y africanos; ha mentido o dado información falsa más de 10 mil veces -aquí está la fuente https://bit.ly/2E8A4wE-; insulta, se burla y le pone apodos a sus adversarios políticos; y según la evidencia presentada recientemente en el Congreso, está dispuesto a hacer cualquier cosa para reelegirse. A pesar de lo anterior, la pregunta es: ¿hizo algo para ser destituido? Muchos demócratas creen que sí. Por eso se aprobaron en el congreso dos artículos para sacarlo del poder.

El primero es por abuso de poder. Cuando Trump, en una llamada telefónica el 25 de julio, le dijo al presidente de Ucrania, Volodymy Zelensky, “Quisiera que nos hicieras un favor”, puso su interés personal por encima de todo, según la acusación formal. El gobierno de Estados Unidos retuvo casi 400 millones de dólares en ayuda militar a Ucrania antes de la llamada en que Trump le pide al líder ucraniano que investigara a su adversario político, el ex vicepresidente Joe Biden.

”El primer artículo es por abuso de poder”, dijo el líder del comité judicial de la Cámara de Representantes, Jerry Nadler al anunciar los cargos contra Trump. “Es una ofensa de destitución el que el presidente utilice su poder público para obtener un beneficio personal, ignorando o afectando el interés nacional”.

La segunda acusación es por obstruir el trabajo investigativo del congreso. “Cuando el congreso investigó e inició un proceso de destitución, el presidente Trump desafió de manera categórica y sin precedentes la investigación,” explicó Nader.

Las audiencias del proceso de destitución dejaron al descubierto a un presidente dispuesto a hacer lo que sea para reelegirse en el 2020. “Seguimos las órdenes del presidente,” dijo en una de las audiencia el embajador de Estados Unidos ante la Unión Europea. Gordon Sondland reconoció haber presionado a los ucranianos, por órdenes del presidente, para que investigaran a un rival político de Trump. La propuesta de intercambio de favores fue así: si tú investigas a Biden, yo te doy el dinero que te prometí.

Lo que para Trump fue una llamada “perfecta”, para los demócratas en el congreso es la prueba más fuerte para destituirlo. “El presidente no nos deja ninguna alternativa más que actuar debido a que está tratando de corromper la elección, en su propio beneficio, una vez más,” dijo Nancy Pelosi, la presidenta de la Cámara de Representantes. Esto refleja la visión de que Trump ganó la elección presidencial del 2016 con la ayuda de Rusia y que pretendía hacerlo en el 2020, otra vez, con la ayuda de Ucrania.

Todo es político. La decisión de la Cámara de Representantes -controlada por los demócratas- de enjuiciar a Trump seguramente sería rechazada en el Senado, donde dominan los republicanos. Es decir, al final, Trump no será destituido. Entonces ¿por qué no esperar a que los electores decidan qué hacer con Trump en las elecciones del 3 de noviembre del 2020?

La respuesta más clara a esa vital pregunta es de Adam Schiff, el líder del Comité de Inteligencia, que realizó la investigación sobre Ucrania: “¿Por qué no dejamos (a Trump) hacer trampa en una elección más? ¿Por qué no lo dejamos engañarnos otra vez? ¿Por qué no dejamos que reciba ayuda extranjera una vez más?”

A menos que ocurra un terremoto político que sacuda el alma de un puñado de republicanos en el Senado, Trump no será destituido y se saldrá con la suya una vez más. Es difícil saber qué tanto efecto tendrá el juicio de destitución en las elecciones presidenciales del 2020. ¿Se olvidarán de esto sus votantes, igual como ignoraron en el 2016 sus comentarios sexista y racistas?

 

Es inútil jugar a las predicciones con Trump. Casi siempre nos equivocamos. Pero dudo que la historia y los estadounidenses serán generosos con él. Aunque el Senado lo absuelva, siempre le dolerá a Trump que la gente lo recuerde como el presidente que ganó mintiendo, insultando y haciendo trampas.

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