De manera cotidiana vestir las prendas realizadas por artesanas mexicanas que elaboran sus productos en las calles, es el exhorto de la directora del Museo Nacional de Arte (Munal), Carmen Gaitán.
“Muchas veces compramos a manera de turismo, pero nos tendría que dar mucho orgullo saber que son prendas que debemos de portar con mucha dignidad porque portamos la memoria”, indica.
Hoy es fascinante toda la cosmogonía que hay en los textiles, que narran la manera de vivir y de interpretar el mundo de cada pueblo y etnia del país; en las prendas que las mujeres portan va implícita toda una historia: “Hay casi cuentos que se narran en los huipiles”.
La funcionaria, con un huipil en blanco y negro, afirma que si se logra transmitir mediante la vida académica a los niños el orgullo por el pasado, ya se tendría un terreno abonado porque en ellos está la cimiente del verdadero respeto y reconocimiento tanto de los pueblos originarios, como del mestizaje y la historia nacional.
En el caso del museo que dirige, junto con la exposición “Voces de la tierra”, se brindan conferencias y actividades enfocadas en niños y adultos.
“Tomamos en cuenta a los artistas nativos contemporáneos, a los poetas y a artistas porque su manera de manifestarse tiene raigambre indígena y es universal. Artistas como Rufino Tamayo trascendieron todas las fronteras, esa es la característica principal”, destaca.
Gaitán resalta además la vigencia de las lenguas que son habladas, que no están olvidadas o se han quedado como parte de un archivo, parte de comunidades numerosas que mantienen vigente esa fonética y esa manera musical de expresarse.
“A nuestra sociedad que está tan volcada a la tecnología recordarle que esto nos hace un país único y extraordinario, rico, plural y un país con esa diversidad de lenguas y artísticas nos hace una potencia al tener una fuerza interna que nos determina como un pueblo diferente”, detalla.
Sobre “Voces de la tierra”, conformada por 180 piezas que permanecerán en exhibición hasta marzo de 2020, resalta que pudo conjugarse tanto lo virreinal como lo contemporáneo y es una línea del tiempo que continúa.
“Los frailes con capacidad de descubrir que esa tierra a la que llegaban tenían múltiples manifestaciones artísticas, las recogen y gracias a ellos tenemos los códices”, expone.
“Esta exposición clasifica como una línea del tiempo sobre el encuentro de dos naciones, la de Moctezuma con la de Hernán Cortés, es la fusión de dos culturas opuestas que se enriquecen con el presente. (En ella ) están las manifestaciones del siglo XV al XXI”, resume. México (NOTIMEX)
