Inició su carrera como extra, después fungió como stunt (doble de actores) y terminó siendo una de las figuras fundamentales de la Época de Oro del cine mexicano.
A 33 años del fallecimiento de Emilio “El Indio” Fernández, se le recuerda como uno de los más grandes cineastas mexicanos y el principal representante del “nacionalismo cinematográfico”. Dirigió más de 60 películas en las que mostró los aspectos tradicionales y rurales del pueblo, atributos que se convertirían en la imagen de México ante el mundo.
Junto con el fotógrafo Gabriel Figueroa, el escritor y argumentista Mauricio Magdaleno, así como los actores Pedro Armendáriz, Dolores del Río y María Félix, formó uno de los más exitosos equipos creativos del cine mexicano.
Nació el 26 de marzo de 1904 en Coahuila. Estudió en la Academia Militar. Se unió a la Revolución y salió del país por su complicidad en un frustrado levantamiento contra Álvaro Obregón.
En Estados Unidos ejerció diversos oficios: empleado de lavandería, camarero, estibador, ayudante de prensa y albañil. Ingresó al cine como extra y doble de estrellas como Douglas Fairbanks. Cuando el director de cine ruso, Sergei Eisenstein llegó a EU en 1930, Emilio “El Indio” Fernández se maravilló con el manejo estético que dio a Hollywood.
Tras observar fragmentos de ¡Qué viva México!, película de Eisenstein realizada en ese país, se propuso hacer cine con un estilo implacable y directo, donde la exaltación tanto de la fuerza, como de la belleza de México, fueron evidentes.
María Candelaria, por la que fue galardonado con la Palma de Oro en el Festival de Cannes, y Flor silvestre (ambas de 1943), se convirtieron en sus cintas más destacadas. México (NOTIMEX)