El migrante de Honduras, Raúl Castellanos, manifestó que sin la ayuda que tienen de la gente y las autoridades de México, hubiera sido imposible llegar hasta la frontera norte, para solicitar asilo en Estados Unidos.
Entrevistado en el Centro Histórico de esta frontera de Sonora, comentó que "a veces nos dan comida, nos dejan quedarnos a dormir y también los doctores nos han revisado de la salud".
Dijo que ha llegado a varios albergues a lo largo del camino, como en esta ciudad en la Casa del Migrante "La Divina Providencia", donde les han atendido en sus necesidades.
A veces han viajado caminando, otras en "aventón" con los camiones de carga y a veces en el tren, pero lo bueno es que ya se encuentran en el límite fronterizo, a un paso de estar en el vecino país.
Manifestó que igual que otros compañeros que vienen de su país y otras partes de Centroamérica, esperan cruzar a la Unión Americana en busca de un mejor trabajo, que les permita salir de la pobreza.
Agregó que también en su lugar de origen hay mucha violencia y delincuencia, por eso huyeron todos, porque es muy peligroso permanecer, así que lo que buscan es estar en paz.
Por su parte, en la frontera Nogales, el jefe de la Jurisdicción Sanitaria Número 3 con sede en Santa Ana, Sonora, Ramiro Laguna Montiel, dijo que se mantiene controlada la situación de la salud de los migrantes.
Manifestó que se tiene muy buena comunicación entre las dependencias involucradas, para un buen control de estos grupos vulnerables que llegan desde lugares muy lejanos para poder cruzar a Estados Unidos y que en el camino sufren alguna enfermedad.
Recordó que recientemente en los albergues donde don atendidas estas personas se dio una infección viral, pero ya fue controlada. San Luis (NOTIMEX)