La Columna Vertebral: Las lecciones del cierre

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Ningún miembro de la clase política de los Estados Unidos podría declararse orgulloso del patético desenlace del más prolongado cierre parcial del gobierno federal en la historia de los Estados Unidos y que lamentablemente colocó como rehenes de las escaramuzas políticas de Washington a unos 800 mil servidores públicos en todo el país.

Cientos de miles de trabajadores públicos, incluidos muchos veteranos de guerra, fueron innecesariamente colocados en situaciones penosas, incluido el incumplimiento de sus pagos de renta o hipotecas, o compra de alimentos y medicinas, a pesar de que muchos de ellos continuaron cumpliendo con sus responsabilidades laborales a pesar de no gozar de su merecido salario.

Al cabo de 35 días de cierre gubernamental parcial, se estima que el costo de la parálisis gubernamental podría costarles a los contribuyentes más de 11 mil millones de dólares, es decir, casi el doble de los 5,7 mil millones de dólares que el presidente Donald Trump exigía a los demócratas para financiar su polémico muro en la frontera con México.

¿Y qué obtuvo el presidente Trump a cambio de las penurias que causó a los servidores públicos? Absolutamente nada positivo. Ni un solo dólar para su muro fronterizo (o su nueva idea de una barda con pilares de acero) y la vergüenza pública de haber sido vencido por una mujer, la combativa presidenta de la Cámara de Representantes Nancy Pelosi.

Peor aún para el presidente y su Partido Republicano, más de la mitad de la población estadounidense les asigna más responsabilidad que a los demócratas por el fracaso en las negociaciones presupuestales y por la terquedad de construir el muro. 

Pueden extraerse muchas lecciones del cierre del gobierno federal. Para muchos, una de las revelaciones más sorprendentes es que la parálisis de casi una cuarta parte de la burocracia federal no provocó un caos nacional. Algunos analistas sugirieron que el cierre mostró que quizás muchas agencias son irrelevantes para el ciudadano común.

Pero acaso una de las más importantes lecciones para el presidente Trump es el hecho de que existe ahora en el Congreso una fuerza política que representa un contrapeso real a su presidencia y que nunca debe subestimar a sus rivales políticos, menos aún a una mujer.

 

El acuerdo tentativo abre un compás de negociación hasta el 15 de febrero. Por lo pronto el presidente ya está hablando de invocar su poder y declarar una emergencia nacional para construir el muro si no hay un acuerdo para esa fecha. Muchos esperábamos que el presidente   hubiera aprendido su lección. Pero manufacturar o exagerar una crisis migratoria sugiere que no ha sido el caso. (La Red Hispana)

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