El divorcio, una amenaza para el bienestar de los niños

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Por Marlene MONTEOLIVO

Como ya lo sabemos, la familia es la institución más importante de toda sociedad. La familia le da a los niños un sentido de pertenencia, y es donde los niños se sienten protegidos, amados y aceptados.

Desafortunadamente, en tiempos modernos, la ruptura de la familia por medio del divorcio o la separación, ha fragmentado a la sociedad y ha dejado como víctima principal a los niños que se quedan en el limbo del desamparo expuestos al círculo de la pobreza por la guerra abierta que se declaran los padres.

El núcleo familiar es supremamente importante para que los niños crezcan y se desarrollen sanamente y tengan menos problemas de conducta en la infancia y en la adolescencia.

Mire usted algunos datos importantes, en el 2017, el 63 por ciento de los niños de Nevada vivían en un hogar tradicional donde el papá y la mamá estaban casados.

De acuerdo al Informe Estadístico del 2017 de la Dependencia de Servicios Judiciales para Menores (Juvenile Justice Services 2017 Statistical Report), solo el 14 por ciento de los menores con problemas de conducta que fueron referidos a esa agencia, procedían de familias intactas. Lo que quiere decir que la mayoría de los menores con problemas de mal comportamiento pertenecían a familias fragmentadas.

Curioso notar que hay un número más alto de menores que vive solo con la mamá y donde el padre no está presente. Esos menores tienden a tener más problemas en la educación y con la mala conducta.  

En contraste, podemos notar que hay un número más bajo de menores que viven únicamente con el padre y donde la madre no está presente, pero que ese número de menores es mucho bajo donde hay problemas de disciplina y calificaciones bajas en los estudios.

Lo importante que hay que recalcar es que han habido muchos estudios científicos que revelan una y otra vez que los menores que son más saludables, con menores probabilidades de vivir en la pobreza, quienes asisten a mejores planteles educativos y que se involucran menos en comportamientos de alto riesgo, como el uso de drogas ilícitas, o el pertenecer a las pandillas, provienen de familias donde padre y madre son casados y permanecen unidos.

Hay que tomar en cuenta el factor racial también, pues datos oficiales revelan que hay más estudiantes de las minorías que son disciplinados con más frecuencia que los de raza blanca. 

No es nada nuevo, pero de acuerdo al Superintendente del Distrito Escolar del Condado de Clark, Jesús Jara, los estudiantes de la raza negra comprenden únicamente el 13 por ciento de la población estudiantil pero son estos, quienes son suspendidos o expulsados de la escuela en un 50 por ciento de las veces. 

El número de alumnos hispanos con este tipo de problema va en aumento también.

Y mire usted que de acuerdo a datos del Censo, todo parece indicar que las parejas en mejor situación económica tienden a permanecer casadas, más, que las parejas que no son tan acomodadas. 

El 90 por ciento de los niños que provienen de hogares mejor acomodados con un ingreso anual de más de 100 mil dólares, viven con ambos padres. Mientras que solo el 24 por ciento de los niños que provienen de  hogares con ingresos menores de $25 mil dólares anuales viven con ambos padres casados. Es indudable la conexión que existe entre el desarrollo y el bienestar de los hijos cuando el padre y la madre permanecen unidos para apoyarlos, guiarlos, protegerlos y amarlos. 

Lo mismo que son palpables las consecuencias cuando los hijos se crían en hogares fragmentados donde existen más probabilidades de continuar en el círculo de pobreza, escasa educación, falta de oportunidades y con prospectos de empleos mal remunerados.  

Tal vez es oportuno valorar la unión de la pareja por el bienestar de los hijos.

 

Marlene Monteolivo: elmundomarlene@gmail.com

 

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