Por Roberto PELÁEZ
Nunca soñé con el éxito... trabajé para llegar a él: Estée Lauder
Una nube. El torso de una mujer. La bailarina... con una facilidad pasmosa esta mujer mueve el pincel y todo va tomando forma. De Torreón, Coahuila, esta mujer nació para pintar... autodidacta por más señas. Ángeles Freire es una artista de pies a cabeza, con todas las de la ley.
Por si fuera poco es de esas artistas que no se cruza de brazos, pinta aquí, explica allá, organiza, invita, y todo, casi todo, enfatiza, es en favor de la gente.
Su taller ‘De arte y creatividad’, que lleva a cabo cada dos meses, para que la gente no se me canse -dice-, crece, a veces en cantidad de personas, asistentes, y siempre en calidad, el propósito es que la gente aprenda, se enamore de la pintura, y por supuesto, ayudar a personas necesitadas.
El próximo, advierte, se efectuará el 18 de enero, dos días antes, subraya, tendremos un taller de maquillaje, se imagina, lo que he aprendido sobre belleza en 35 años tengo que trasmitirlo, no me puedo quedar con ese caudal de conocimientos.
¿Qué vamos a hablar de maquillaje? Se pregunta, y acto seguido llega la respuesta: pues vamos a platicar de cómo evitar o enmascarar las lesiones en la piel (cáncer, dermatitis, manchas provocadas por problemas hormonales, rosácea, acné...), vamos a aprender a lucir más bellas, esa es una preocupación de siempre, pero cómo hacerlo...
Tal vez para finales de enero, quizas antes, comenta, tengo previsto un taller de pintura dirigido a niños, adolescentes y jóvenes con problemas de salud, que tienen alguna discapacidad, me he propuesto que nada les pueda impedir aprender de pintura, que puedan ver lo que sale de sus manos, vaticina.
Se detiene entre algunos de sus cuadros (México... tierra bendita, Fortaleza y Metamorfosis), usted no tiene idea de lo que me impulsó a pintar estas piezas, significa, en el tiempo en que las hice... y yo no le voy a decir, porque una artista también tiene sus secretos.
Toma varios pinceles entre sus manos y asevera: siento algo en mi interior que me empuja, me da fuerzas para seguir adelante, enseñar, pintar, y -expresa- no quiero perder ese ímpetu, esa especie de volcán en erupción, entonces hay que hacer y volver hacer, resalta... la única palabra que ahora mismo no conozco es descanso.