El trabajo constante del ingeniero Luis Armando Bravo Castillo en el desarrollo de tecnología mexicana, le permite ahora ofrecer prótesis biónicas para extremidades inferiores o superiores, de igual calidad que los productos alemanes, ingleses o franceses, a los mexicanos.
Durante 12 años de trabajo de investigación, y con el apoyo del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) para desarrollar distintas etapas del proyecto, el ingeniero biónico ha logrado beneficiar a 220 personas, tanto mexicanas como centroamericanas.
En entrevista con Notimex, durante su visita a Puebla donde participó en el festival La Ciudad de las Ideas, relató cómo ha sido su trabajo desde hace 12 años, de los cuales desde los primeros cinco presentaron la primera prótesis, la cual ha tenido varias evoluciones tanto mecánicas, electrónicas y de software.
Se trata de ProBionics, diseño y desarrollo de órganos artificiales, una empresa que se ubica en Tlalnepantla, Estado de México, donde desarrolla toda una base de tecnología dirigida al área de rehabilitación para la generación de prótesis, tanto de miembro superior como de inferior.
Relató que como estudiante de medicina, le tocó auxiliar a los galenos profesionales en la amputación de tres extremidades en una persona, hecho que lo marcó para toda su vida y al mismo tiempo le generó la necesidad de trabajar en un proyecto que diera respuesta a las necesidades de las personas que han sido amputadas por causas diferentes.
Entonces, Bravo Castillo decidió cambiar de profesión a la ingeniería biónica, así que su tesis de titulación en el Instituto Politécnico Nacional (IPN) fue este trabajo de prótesis biónica, que desde entonces ha innovado y mejorado.
La tecnología que ha desarrollado no es invasiva y trabaja a través de electrodos que registran las pulsaciones del músculo más cercano al miembro que se ha amputado. Como ejemplo, citó que para pacientes que perdieron un brazo completo, el músculo más cercano es el pectoral, y es en esta zona donde se coloca el sistema de electrodos para que registre la pulsación y ordene la manipulación de la prótesis.
Para amputaciones bajas, en el caso de que haya sido al nivel de la muñeca, el sistema de electrodos se coloca en la zona cubital del antebrazo. Cuando la amputación es arriba del codo, entonces se coloca el sistema en los bíceps. y así poder manejar perfectamente la prótesis mecánica y estética, tanto en velocidad como en movimientos.
Las prótesis, además, cuentan con la función de la apertura y cierre de la mano a modo de pinza, el movimiento de la muñeca y el antebrazo en 360 grados, la flexión del codo y la elevación del hombro.
El ingeniero Bravo mencionó que para los pacientes, el contar con una prótesis les permite logran independencia, seguridad y les cambia la vida, que es lo que a final de cuentas ellos quieren y, todo ello, reincide en lo emocional.
“Es una prótesis hecha en México, con tecnología eficaz, confiable y accesible para los pacientes. Son prótesis mexicanas que no le piden nada a las alemanas, inglesa o francesas; y que podemos decir son de costos accesibles en comparación con las hechas en otros países”, explicó.
Señaló que las piezas se pueden retirar cuantas veces se desee, se calibra a través de un software habilitado para equipos celulares Android, y cuenta con una batería que puede soportar de 3 a 4 días sin recarga.
Esta pila, añadió, también es desarrollada por ProBionics a base de polímero de litio con forma biológica, lo que les permite disminuir costos y compatibilizar al 100 por ciento todas las funciones de las prótesis para apegarse a un diseño lo más parecido a lo biológico.
De igual manera, destacó que las prótesis de tecnología alemana se estiman entre 1.5 millón de pesos a 3 millones de pesos; es lo que cuesta amputarse una mano o amputarse el brazo completo, mientras que con la tecnología mexicana, haciendo la misma equivalencia, se encuentra en un rango de 50 mil pesos a 200 mil pesos.
Al respecto, José Gabriel es un joven de 20 años que, como paciente, lleva dos semanas con su prótesis que responde a los impulsos eléctricos de su pectoral, para ello contrae el pecho y el sistema capta ese micronivel de energía y lo traduce en movimiento del brazo, del antebrazo o de la mano.
Relató que en diciembre de 2017 tuvo un accidente que terminó en la amputación de todo su brazo. Una falla en el sistema eléctrico de la Ciudad de México provocó una explosión en el transformador. La electricidad entró por su brazo izquierdo y lo calcinó por completo, así que los médicos tuvieron que amputarlo.
Después de recibir terapia pudo ponerse en contacto con el ingeniero Bravo, quien le explicó que era un candidato viable para recibir una prótesis y así lo hizo.
Ahora ha notado un cambio muy importante en su vida porque le ha permitido lograr independencia, desde poder vestirse solo, girar las perillas de las puertas, cargar las bolsas del supermercado; la prótesis puede soportar 20 kilos de peso, hasta cortar y exprimir un limón.
“Anímicamente estoy bien porque ya no me siento tan vulnerable, solo es cuestión de entrenamiento para que pueda dominar el movimiento y velocidad de la prótesis en el momento de la prótesis. Es intuitiva, me hace la vida mucho más práctica y me ayuda a sortear esos pequeños obstáculos del día a día”, señaló.
También la describió como cómoda, porque una prótesis similar alemana tiene un peso promedio de 3.5 kilos y la hecha en México tiene un pesos de 2.2 kilos
Luis Armando Bravo Castillo abundó que usar una prótesis también es de gran importancia porque, cuando una masa de pierde de uno de los dos lados que divide la columna vertebral, el peso se carga del lado donde está el brazo, entonces al paso de los años se puede presentar una escoliosis; así que la función de la prótesis también permite recuperar ese peso que evite la desviación de la columna.
Hoy ProBionics cuenta con una familia de productos y cinco patentes internacionales, herramientas con las cuales trabajan en una planta piloto que le da opción de tener una línea de producción, pero ésta es baja, por lo que continúa trabajando para que los costos de producción sigan a la baja y sea un producto accesible para quienes así lo necesitan.
Dijo que a nivel nacional existe una alta demanda de personas que buscan información de los tipos de prótesis que hay en el país, qué tipo de tecnología es, cuánto cuestan, ventajas y desventajas de su funcionamiento, etcétera.
“Nuestro trabajo avanza en invertir en moldes y troqueles para que la tecnología pueda ser fabricada en serie y la pieza solo se module de acuerdo al tipo de amputación que tenga el paciente, ya sea que se solo se necesite los módulos de mano, muñeca, antebrazo, codos, y/o hombros”, explicó Bravo Castillo.
En sus metas a futuro, también prevé el desarrollo de la versión de una mano con cinco dedos que permita operarse de manera manual o de manera electrónica, así como reducir los costos hasta un 40 por ciento.
Asimismo, espera desarrollar una cadena de distribuciones ortopédicos en toda la República Mexicana, quienes con una certificación puedan llevar las prótesis a los pacientes desde cualquier parte del país.
Además, contempla obtener una certificación que les permita negociar con el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) para que los derechohabientes cuenten con esta prestación de salud sin costo alguno y así poder llegar al carpintero, al albañil, al electricista que son algunos de los oficios que sufren de estas lesiones, por mencionar solo algunos casos.
Agregó que de acuerdo a diversos estudios, más de 10 mil mexicanos al año pierden el miembro superior, la mayoría son de dedos, por lo que ya trabaja en ese proyecto con una prótesis parcial.
El ingeniero Bravo Castillo reconoció que hasta ahora sólo ve como contraindicación, y ya están trabajando en ello, cómo el sistema de eléctrico de la prótesis puede repercutir a través de los flujos electromagnéticos en una persona que tuvo cáncer, para que las células cancerosas a nivel de la amputación no tengan un efecto de crecimiento o retoño.
Por lo anterior, dijo que hasta el momento se abstienen de colocar las prótesis en personas que han padecido cáncer, hasta que concluyan su estudio que se desarrolla en el Hospital Northwestern Memorial de Chicago, Estados Unidos. Puebla (NOTIMEX)