Por Roberto PELÁEZ
Nadie pone en tela de juicio que Las Vegas es la ‘capital mundial del entretenimiento’, conciertos, espectáculos, show de magia, siempre con una maquinaria detrás que lo calcula todo, además, por no pueden faltan los grandes escenarios, efectos deslumbrantes, figuras de primera línea. Éxito asegurado, uno siente una especie de orgullo. Aquí vivimos.
Como un hermano menor, un pariente lejano, algunos consideran el teatro en español. Hace años, los colombianos Vicente Díaz y Teo Vargas, entre otros, trataron de ‘dar un empuje’, con el apoyo de Irma Varela y el Centro Cultural Winchester, se llevaron a escenas varias piezas, con buena acogida del público.
Cobró vida INarte, con Luis Vargas y otros actores, el respetable pudo ver sobre las tablas ‘El rescate’, ‘Se vende una burra’, ‘Loco de moda’, La otra parada’, ‘Ella, mi amante y mi señora’, entre innumerables obras.
El argentino Daniel Álvarez junto a varios actores funda ‘Reencarnados’, Steven Gallegos, Aurora Guzmán, y otros, hacen realidad lo que llaman ‘Festival de Teatro de Las Vegas’, que anda ya por su segunda edición -en un esfuerzo digno de reconocimiento- llegan artistas de Argentina y Washington; ‘La muerte de la langosta’, ‘El soldado’, ‘María’, ‘Deborah’, son una pequeña muestra.
Horarios de trabajo que le impiden a los artistas coincidir para ensayos, y puestas en escena, disponer de pocos libretos o guiones, de más personas en función del teatro, resultan hasta el momento obstáculos a salvar, además de un público asegurado.
La semilla sembrada por Vicente Díaz ha tratado de germinar, de salir a flote, mostrar sus frutos, y en tal sentido no pueden ponerse a un lado el “Drama Jesús de Nazaret”, una obra tan colosal como exigente, y por supuesto, las ediciones de ‘Monólogos de la vagina’, con presentaciones memorables, y otras para el olvido.
“Tenemos que trabajar para sostener nuestras familias, pagar todo lo que hay que pagar, y aun así leemos libros y guiones, reajustamos textos, ensayamos, corregimos... hacer teatro aquí es exigente por partida doble, a veces es difícil reunirnos todos, sin embargo predomina el deseo de hacer, de entregarnos para llevar a escena otra puesta, tal vez dos aunque eso requiere de mucho esfuerzo y dedicación”, reitera Luis Vargas.
Álvarez, Gallegos, Guzmán, Teo, Luis, Narciso Sáenz, Maribel Cervantes, Dalia Suárez, Jesús Medrano, Luis Morales, Roberto Franco y muchos otros enamorados del teatro, merecen más apoyo; urge hacer mucho más por la espiritualidad, pues no solo de pan vive el hombre.
‘El teatro, como dijo el dramaturgo Arthur Miller, no puede morir porque es el único arte en que la humanidad se enfrenta a si misma’. Entonces, es preciso hacer, ayudar. Que la semillita y el impulso, la entrega y dedicación de Vicente Díaz, su marcado profesionalismo, no sean en vano.