En tiempos extraordinarios en Estados Unidos la mejor solución es defender las instituciones y el estado de derecho, hacer frente a las mentiras con hechos, responder a desvaríos con racionalidad en la esfera pública, publicó hoy el diario Los Angeles Times.
“Los tribunales deben tener la oportunidad de defender la Constitución, y los legisladores de ambos partidos deben hablar en contra y trabajar para cambiar las políticas de odio. El sistema todavía puede funcionar. Cuando la administración se concentró en separar a los padres migrantes de sus hijos, el público se levantó y el presidente Trump retrocedió”, destacó.
“Estos son tiempos extraordinarios, y estamos liderados por un presidente extraordinariamente malo. Pero si el objetivo es cambiar sus políticas extraordinariamente malas -como debería ser- intensificar la ira y los ataques personales para encontrarse con él en su propio terreno en realidad no ayuda", apuntó.
El diario aseguró, en un editorial, que "acosar y hacer que los funcionarios de la administración Trump tengan momentos miserables no logra nada".
La semana pasada, manifestantes enfurecidos se enfrentaron con la secretaria del Departamento de Seguridad Nacional, Kirstjen Nielsen, en un restaurante de Washington, y luego volvieron a reunirse algunas mañanas más tarde frente a su casa.
En otro hecho la noche del viernes pasado, el dueño del restaurante Red Hen, en el centro de Virginia, le pidió a la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Sarah Huckabee Sanders, que se retirara porque el personal objetaba las políticas de Trump.
Al día siguiente, la representante demócrata Maxine Waters (demócrata de Los Ángeles) hizo un llamamiento a las personas para hostigar a los altos funcionarios de la administración donde quiera que se encuentren.
Fiel a su forma, Trump tuiteó el lunes que el restaurante tenía "toldos sucios, puertas y ventanas" y que Waters era una "persona de coeficiente de inteligencia extraordinariamente bajo".
El diario destacó que "Trump ha avivado las llamas del resentimiento partidista y la confrontación hasta el punto en que se cuestiona el funcionamiento mismo de nuestras instituciones”.
Una investigación estudiada por la Corporación Rand encontró la polarización política en niveles históricamente altos por muchas medidas. El abismo es tan profundo que muchas personas ya no escuchan los argumentos de los demás y aceptan las opiniones como un sustituto de los hechos.
En lugar de aceptar los difíciles compromisos necesarios para avanzar con el otro lado de la división ideológica, se contentan con retirarse a la comodidad de sus propias tribus, aseveró.
“Nuestros representantes electos hacen lo mismo y, como resultado, las heridas políticas se agravan mientras se avanza poco en temas espinosos como la inmigración, la salud, la pobreza y el déficit federal”, agregó. Los Ángeles (NOTIMEX)