Por Viridiana VIDAL
Dos meses y dos días fue lo que duró la odisea de Cecilia Gómez, madre indocumentada de Las Vegas, cuyo caso resultó noticia a instancia nacional tras la denuncia de sus hijos a finales de marzo.
Gómez, quien tiene un record criminal limpio, fue detenida por ICE durante lo que se suponía sería una cita con USCIS para recibir su residencia el pasado 27 de marzo. Sin embargo, terminó en un centro de Arizona por 10 días, y casi fue deportada a causa de un fraude notarial. Su liberación llegó 10 días después, el 9 de abril, gracias a la intervención de familiares, organizaciones comunitarias y oficiales electos.
Según Laura Barrera, abogada de Cecilia Gómez, “la orden de deportación de 20 años que le notificaba sobre su procedimiento no fue entregada adecuadamente, pues fue enviada a una tienda de donas en Los Ángeles en una dirección en la que la familia nunca vivió”. Teniendo en cuenta esto el 29 de mayo un juez de la Corte de Inmigración de Las Vegas y el Departamento de Seguridad Nacional acordaron en una audiencia que Gómez era elegible para la residencia permanente a través de una petición presentada por su hijo de 21 años.
“Yo pude haber sido una estadística más de inmigración y sería uno de los miles de casos donde una madre es separada de sus hijos”, aseguró Gómez con el rostro serio. “Estoy muy agradecida con Arriba Workers Center, con mi abogada, la comunidad y todos los que hicieron un llamado para mi liberación”, subrayó.
Gómez, también aseguró que durante su detención sufrió maltrato físico por parte de un agente de ICE, todo porque rechazó firmar un documento antes de leerlo. Dicha acusación aún sigue bajo investigación, en un caso completamente independiente y se ha sometido una FOIA o petición de Libertad de Información, para que todo lo relacionado con su detención sea accesible al público.