Por Rafael ROMERO
No es como aparece en la televisión o como era hace 50 años, pero es muy importante que los estudiantes y sus padres conozcan más de ARMY, es cierto que ser miembro de él es una responsabilidad, sin embargo también hay muchos beneficios, afirma María Casas, una colombiana asentada hace 17 años en Las Vegas.
Con ocho años dentro del ARMY, una misión en Afganistán allá por el 2012, la joven considera que lo primero debe ser, para las personas interesadas, conocer, preguntar, acercarse a los reclutadores que visitan las escuelas, y preguntar.
Sucede que muchos padres escuchan mencionar el ARMY y creen que todo es guerra, cuando en realidad disponemos de más de 100 posiciones que no están relacionadas con acciones bélicas, resalta Casas, quien tiene un bachiller de diseño en computadora.
Yo misma por desconocimiento, comenta, hice las cosas al revés, primero tomé las clases del bachillerato, y luego me incorporé al ARMY, claro, éste me paga el préstamo estudiantil, pero no cubre los intereses.
Junto al costo total de los estudios, explica, el ARMY también atiende lo relacionado con los servicios médicos, mi esposo -que también pertenece al ARMY- y yo no pagamos nada si tenemos que acudir al médico, con esto quiero decir que podemos tener familia, llevar una vida bastante normal, sin perder de vista que somos del ARMY.
Por otro lado, añade, si compramos una casa no tenemos que dar dinero de enganche, y eso es otro beneficio considerable, asegura, con interés fijo, y por lo general muy bajo.
Trasciende en la plática que Casas va a estar en las filas del ARMY por 20 años, le restan 12, luego, señala, puedo salirme de lo militar, cobrar mi retiro, y aplicar por otro trabajo... por ejemplo, en la Policía Metropolitana de Las Vegas hay ex miembros del ARMY, hay cierta inclinación por aceptar a personas con experiencia militar, tal vez por la disciplina y los hábitos de organización, resalta.
Claro, dice retomando el tema, los jóvenes deben preguntar, acercarse a sus padres, platicar, porque se trata de una decisión trascendental aceptar incorporarse o no al ARMY, reitero, hay responsabilidad, es un honor, pero también hay muchos beneficios en juego.
Quizás por miedo escénico, o no sé, por desinformación, comenta, cuando vamos a las escuelas los jovenes hacen muy pocas preguntas, es un número reducido el que muestra interés, y siempre va un reclutador que está unas horas en las escuelas, pueden acercarse a él si no quieren preguntar en grupo, hay muchas oportunidades.
