Reforma tributaria no afecta declaración de impuestos del 2018

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Por Alexander ZAPATA

Ana Molano se alista. Ya tiene todos sus documentos preparados. Los revisa una vez más para asegurarse de poder realizar su declaración de impuestos sin mayores contratiempos. Está emocionada, ha escuchado de políticos y analistas que podría recibir más en su retorno luego de la declaración de impuestos. No conoce mucho de la materia pero espera que con ese dinero pueda realizar algunas reparaciones a su vivienda. 

Ana es madre de dos hijos. Trabaja como asistente en un consultorio jurídico. Su esposo forma parte de la gran masa trabajadora que mueve el Strip de Las Vegas. Se consideran clase media, hace poco compraron su casa y utilizan el dinero del retorno de sus impuestos para (como la mayoría de los norteamericanos) solventar algunas urgencias económicas. 

Camino a la oficina de impuestos Ana hace un repaso de lo que hará con su dinero. En su mente evalúa aquello de que recibirá más por cada niño gracias a la reforma. Sin embargo, al llegar con su preparador, descubre una realidad: La Reforma de Impuestos anunciada y aprobada por el presidente Donald Trump a finales de 2017, no tendrá efecto alguno para la declaración de impuestos que se presente en 2018. ¿La razón? La ley entró en vigencia en 2018, por lo que la declaración que se verá afectada por la misma será la de 2019.

Ana prosigue con su declaración. Al final no le ha ido tan mal y recibe un monto que prefiere no compartir pero que igual sirve para los planes. Pero más allá de cuándo comenzará a verse el impacto de esta reforma fiscal, está el cómo afectará (positiva o negativamente) al pueblo norteamericano, a las familias como las de Ana. Las opiniones, como siempre, están muy divididas.

En diciembre del año pasado, el senador por Nevada Dean Heller, anunciaba en sus redes que gracias a su apoyo “el Congreso de Estados Unidos había enviado al presidente Trump, una propuesta de reforma tributaria que representaría un alivio para la clase trabajadora de Nevada”. Heller insiste, junto a la bancada republicana, que esta nueva reforma será positiva para la clase media y baja, además que impulsará la economía.

Por ello le explicamos de manera detallada los pro y los contras de esta reforma fiscal. 

Efecto país

El principal beneficio es corporativo, y se fundamenta en la reducción sustancial de impuestos para empresarios. La lógica del Gobierno, o al menos la aplicada, funciona así. Menores impuestos para empresas, se traducirá en un incentivo para que las corporaciones inviertan en el país lo que impulsaría la producción, el crecimiento de empleos y la economía en general. 

De por sí el Fondo Monetario Internacional estima un crecimiento en la economía de Estados Unidos mayor al que se tenía previsto antes de la Reforma. En 2018 la estimación de crecimiento pasó de 2.3% a 2,8% mientras que en 2019 pasó de a 1,9% a 2,5%. 

No obstante, se estima también que el crecimiento se desacelera en 2020. Además, en los próximos 10 años el país vería un incremento significativo en su deuda, una de las grandes críticas de los republicanos a la pasada gestión de Barack Obama. Por otra parte el Centro de Política Tributaria estima que el descenso de ingresos por impuestos para la nación sería de US$2,5 billones y la Oficina de Presupuesto del Congreso (CBO) que sería de US$1,5 billones en el mismo periodo.

Por su parte el premio Nobel Paul Krugman, explicó que “si la rebaja de impuestos no es compensada por un aumento en el ahorro doméstico, podría conducir a un ensanchamiento del déficit en la cuenta corriente de la balanza de pagos. En este sentido, aumentaría la dependencia de la economía de la inversión extranjera” o lo que es lo mismo, “América” se haría más dependiente de lo que es hoy en día. 

La reforma de los millonarios

Una de las grandes críticas a la reforma tributaria es que supone un gran avance para las corporaciones y pocos para la clase media y baja. Pero: ¿Qué tan cierto es esto?

Pues en los primeros años se estima que todos los grupos recibirán descuentos al momento de presentar sus impuestos. Un estudio publicado por el Washington Post estima que esa cifra llegará al 80% en los primeros años. Sin embargo, mientras los que ganan menos verán ahorros casi imperceptibles, quienes ganen más de 912 mil dólares al año (1%) de la población, serán quienes se lleven el mayor beneficio 

Según las estimaciones del Tax Policy Center, el plan de recorte de impuestos aumentará el ingreso del 1% más rico de la población en algo más de 8% y el del 4% siguiente en cerca de 2%, mientras que para el resto de la ciudadanía con dificultad llegará a 1% y para el 20% más pobre el impacto no será significativo.

A esto hay que agregarle que para 2027 las clases pobre y media cerca del 60% del total, pagarán entre $60 y $110 más en impuestos de lo que pagan ahora, mientras que los ricos ahorrarán en promedio $13 mil dólares por año, algo que según especialistas podría disparar la desigualdad. 

En cuanto a las corporaciones, las mismas vieron una reducción de sus impuestos anuales del 35% al 21%, lo que ha generado cuantiosas ganancias para sus socios y propietarios. Como ejemplos podemos mencionar a Chevron que ganó 3.1 mil millones de dólares gracias a la reforma, o a Exxon cuya ganancia fue de 6 mil millones de dólares, Verizon que se ubicó en una nada despreciable cifra positiva de  17 mil millones de dólares, Apple con 47 mil millones o Citigroup con 60 mil millones de dólares.

Sin embargo hay que dejar claro que las familias como las de Ana, nuestro ejemplo inicial, verán algún beneficio en los primeros años de la reforma. Pero al final, serán sólo los más adinerados quienes se quedarán con la mayor victoria, tal como los números lo muestran.

 

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