Por Andrés Beltramo Álvarez. Corresponsal
Ciudad del Vaticano, 8 Nov (Notimex).- El Papa Francisco cumplió hoy su promesa de recibir en el Vaticano a Maximiliano Acuña, un recolector de basura argentino que hace unos meses perdió las piernas en un trágico accidente, y a quien hoy abrazó en la Plaza de San Pedro.
“Fue un encuentro muy grande después de una situación difícil en mi vida, tuve un accidente grave y tuve un encuentro muy grande con Dios. Hoy recordé ese momento cuando vi al Papa, me hizo recordar cuando estuve allá en el cielo y volví, me dieron una segunda oportunidad”, contó Acuña, emocionado, pocos minutos después estar cara a cara con Jorge Bergoglio.
Acompañado por una delegación del sindicato de camioneros, llegó temprano hasta San Pedro. Era el protagonista de la jornada. Ansioso se tomaba fotos y no dejaba de admirar cada detalle. El grupo fue ubicado en primera fila, una zona preferencial.
Tras su catequesis semanal, Francisco bajó caminando a saludar a los enfermos y se acercó a la comitiva. Inmediatamente se inclinó a abrazar a Maxi.
“Me dijo que fuerza, que todavía hay mucho camino por delante, que soy un ejemplo de vida y que siga adelante”, indicó Acuña, en entrevista con Notimex. Y recordó la sorpresiva llamada telefónica que recibió del Papa, el 17 de julio pasado.
Ese día estaba llegando a la Legislatura de Buenos Aires para un homenaje. Cuatro meses antes, una madrugada mientras cumplía su trabajo de recolectar basura por la ciudad, un coche a alta velocidad se impactó sobre él y contra su camión, obligando a los médicos a amputarle las piernas.
Él decidió ponerle el pecho a la situación, lo hizo por sus cinco hijos. Su lucha por salir adelante inspiró un proyecto de ley con el cual se instauró al 22 de marzo como “Día del recolector de basura” en la capital argentina.
“El Papa me había llamado a la Argentina, me dio su bendición y me alentó mucho, me dijo que si él no iba para allá yo iba a venir. Hoy se dio este sueño que tanto esperaba, para mí es muy grande, más allá de la fe, estar acá en el Vaticano y que él nos reciba”, contó.
Al final del saludo a Francisco este miércoles, Acuña pidió ayuda para incorporarse sobre las prótesis con las cuales espera pronto volver a caminar.
“Yo le pregunté si podía pararme porque necesitaba hacerlo, necesitaba estar de pie como lo estuve antes que me pasara esto y Dios me dio esa oportunidad de vuelta. Llegar al Vaticano parado sobre una prótesis después de todo lo que pasó, es algo muy grande, un milagro de Dios”, relató.
Desde Roma quiso mandar un mensaje a todos aquellos que atraviesan una situación similar a la suya: “Todo se puede en la vida, que crean en Dios, que Dios existe y siempre tiene cosas buenas para nosotros”.