Washington, 7 Ago (Notimex).- El procurador general de Justicia estadunidense, Jeff Sessions, reafirmó la decisión del gobierno de negar fondos federales a las ciudades santuario, luego de que Chicago presentó hoy una demanda ante una corte federal para que se detenga la implementación de esa política.
"Esta administración simplemente no dará dinero condicionado a los gobiernos de ciudades que orgullosamente violan la ley y protegen a criminales extranjeros a expensas de la seguridad pública. Esto es simple: cumplan con la ley, o renuncien a los dólares de los contribuyentes”, dijo Sessions.
En una declaración dada a conocer esta tarde, el procurador dejó en claro que el gobierno del presidente Donald Trump no ayudará con fondos públicos a ciudades que rehúsen ayudar a las autoridades migratorias.
Dijo que la administración Trump está comprometida con el estado de derecho y hacer cumplir las leyes establecidas por el Congreso, y acusó al gobierno de Chicago de adoptar una política que obstruye el sistema de migración.
“Ellos han demostrado una hostilidad abierta a la aplicación de leyes diseñadas para proteger a las fuerzas del orden público, federales, estatales y locales, y reducir el crimen, y en su lugar han adoptado una política oficial de protección de criminales extranjeros que hacen de sus residentes sus presas”, acusó Sessions.
La demanda fue presentada un día después de que el alcalde de Chicago, Rahm Emanuel, acusó a la administración Trump de chantaje, al exigir a la ciudad cooperar con las autoridades migratorias, a cambio de recibir 3.2 millones de dólares bajo un programa federal administrado por el Departamento de Justicia.
Emanuel dijo que Chicago sería la primera ciudad en llevar al gobierno federal ante las cortes, aunque se anticipa que Los Ángeles, Nueva York, Nueva Orleans, Filadelfia, Las Vegas y Milwaukee, que han adoptado políticas para proteger a los inmigrantes de autoridades migratorias, se sumen más adelante.
Sessions fustigó la negativa de Chicago para cooperar con las autoridades migratorias, criticando lo que calificó como un aumento sin precedentes del crimen violento en Chicago, con el número de asesinatos en 2016 superando tanto a Nueva York como a Los Ángeles combinados.
"El alcalde se queja de que el enfoque del gobierno federal en la aplicación de la ley requeriría un ‘reordenamiento de la práctica de la ley en Chicago’, pero eso es justo lo que Chicago necesita: un nuevo compromiso con el estado de derecho y políticas que anulan la cultura de la anarquía que ha sitiado la ciudad”, indicó.
