Dos actividades se realizaron en esta ciudad, dos eventos con un lema común: la unidad.
El primero fue el festival callejero Primer Viernes, donde danzas de tribus prehispánicas mostraron la riqueza cultural de nuestros ancestros, este mes, el tema central de la celebración mensual fue la urgente necesidad que tenemos de promover la unidad y la tolerancia. El otro, un foro organizado por los promotores de bailes, cuyo principal ponente fue el congresista Luis Gutiérrez.
Ante las agresivas medidas que la administración Trump amenaza con instaurar, es necesaria la unidad de todos los latinos, en todos los frentes, en todos los ámbitos, en todos los rincones de la nación.
El legislador fue enfático al externar su preocupación por la retórica populista de Donald Trump, incluso mencionó que deberían meterlo a la cárcel.
Uno de los promotores más experimentados le dijo a Luis Gutiérrez que era un “chingón”, e incluso se atrevió a postularlo para presidente de la nación más poderosa del mundo. Otro le señaló que estaba listo para sumarse a un grupo que derroque al presidente, le manifestó que estaba dispuesto a -bajo su guía- enarbolar los recursos necesarios para “tumbar” a Trump. Los halagos no le desagradaron al congresista que ha hecho de la causa migratoria un botín político difícil de medir, ya que ni demócratas ni republicanos han hecho lo suficiente para avanzar una reforma migratoria integral, con camino a la ciudadanía.
“Gracias a su organización por invitarme. Desafortunadamente cada día vemos menos regocijo, menos gente en los bailes, menos participación en eventos de alegría; puede ser debido a dos razones: la gente tiene miedo a salir por temor a ser deportado y la gente está cuidando más su dinero, guardando para abogados, para fianzas”, expresó luego de ser introducido por Iván Fernández, quien fue el encargado de invitarlo a su reunión en el Bally’s, el pasado martes 11.
Gutiérrez compartió que visitó -hace dos semanas- una escuela y ante un grupo de niños de quinto grado, uno de ellos le preguntó si debería abrir la puerta si un agente de migración llegaba a su casa, eso lo puso demasiado triste, porque los niños de ahora están preocupados por la posible deportación de sus padres.
Entonces uno de los retos que tenemos es difundir información buena, apropiada, que la gente pueda llevar a sus hogares, a sus seres queridos, su familia, acotó.
Pero seamos claros, como padre, abuelo, ciudadano, legislador, no tengo problema en que deporten a los criminales, siempre y cuando se haya demostrado su culpabilidad en las cortes, abundó.
En muchas ocasiones, los políticos priorizan su potencial ascenso en los peldaños de poder que en el beneficio de las comunidades que representan, de cualquier partido, eso es reprobable. “Cuando llegué al Congreso, las filas en mi oficina eran para informarse de asuntos migratorios, en la actualidad no han cambiado mucho las cosas. Estoy en la mejor disposición de trabajar juntos, para encontrar fórmulas de trabajo unido”, terminó diciendo antes de iniciar una ronda de preguntas y respuestas.
