Además de Israel, el presidente palestino Mahmoud Abbas también reaccionó al mensaje de Kerry sobre la visión de Washington hacia Medio Oriente, y aunque se dijo dispuesto al diálogo con el Estado hebreo, lo condicionó al congelamiento de los asentamientos judíos.
Kerry admitió en su discurso que la perspectiva de un acuerdo de paz entre Israel y Palestina sobre la base de una solución de dos estados está en grave peligro e insistió en la condena de los asentamientos judíos construidos en los territorios ocupados.
La expansión de los asentamientos israelíes en Cisjordania “amenaza la esperanza de paz con los palestinos y el propio futuro de Israel como democracia”, sostuvo el jefe de la diplomacia estadunidense en Washington.
En declaraciones a la televisión local, Netanyahu criticó a Kerry por atacar a la “única democracia en Medio Oriente” en momentos en que “el terror es rampante y el Medio Oriente está en llamas”.
La oficina del primer ministro israelí indicó a su vez que al igual que la resolución que avanzó en las Naciones Unidas (ONU), que condena los asentamientos judíos, el discurso que Kerry pronunció fue “sesgado en contra de Israel”.
"Durante más de una hora, Kerry trató de forma obsesiva los asentamientos y casi no tocó la raíz del conflicto, que es la oposición palestina a la existencia de un Estado judío con cualquier frontera", enfatizó en una declaración.
Por su parte, el presidente palestino Abbas aseguró estar listo para reanudar las conversaciones de paz, siempre y cuando Israel congele la construcción de asentamientos, de acuerdo con reportes del periódico israelí Haaretz.
La asunto de los asentamientos judíos es uno de los más polémicos entre Israel y los palestinos, que ven la colonización como un obstáculo para la paz y para la creación de un Estado palestino viable.
Más de 500 mil judíos viven en unos 140 asentamientos construidos desde la ocupación de Cisjordania y Jerusalén Este por parte de Israel en 1967, pese a que son considerados ilegales bajo la ley internacional.
