Una "bebeteca" lleva colores a los niños que viven en una cárcel mexicana

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Libros, una pizarra, múltiples instrumentos de pintura, una piscina de bolas, un teclado, una televisión con películas o varios balancines llenan de color la nueva "bebeteca", del módulo de mujeres del centro de reinserción social (penal) de Chiconautla, ubicado en el municipio de Ecatepec, en el estado de México.

La ONG Reinserta, impulsora del programa con financiación de la empresa Amazon, creó este espacio donde más de 100 bebés impulsarán su desarrollo, gracias a un diseño del lugar pensado para que puedan conocer colores, sensaciones y aprendizajes a los que hasta el momento no había podido acceder a causa de haber vivido sus primeros años de vida en un centro de reinserción.

"Todo esto está pensado de tal manera que estimula el desarrollo temprano de los niños que por estar privados de su libertad no tienen", comentó a Efe Saskia Niño de Rivera, cofundadora de Reinserta.

Por ejemplo, explicó, "hay ciertos colores que nunca han visto porque los colores que predominan aquí son azul, negro, beige y blanco; o el columpio da una sensación similar a lo que podría ser un transporte".

 El estado de México cuenta con 22 niños viviendo en prisión, según detalló en conferencia de prensa el secretario de Seguridad del Estado de México, Rodrigo Sigfrid Martínez-Celis, ya que solamente pueden permanecer en estos centros con sus madres desde que nacen hasta que cumplen tres años.

En el penal de Chiconautla solamente hay tres, pero cada día las mujeres reciben visitas de sus hijos que permanecen en el exterior, por lo que ese espacio de juego sirve para que muchas de las internas pasen tiempo de calidad con sus hijos.

"Para mí esto es muy importante. Yo le digo a mi hija que esto es como la escuela: 'cuando estés en la calle te va a ser más fácil familiarizarte'. Para mí está perfecto esta gran oportunidad que nos dan para los bebés", dijo en entrevista con Efe María Gutiérrez, una reclusa que pidió el uso de pseudónimo y quien lleva siete años en el centro, donde se embarazó y cuya hija tiene dos años y medio.

La niña pintó este miércoles emocionada y concentrada en disfrutar de las instalaciones, cuya apertura llevaba semanas esperando.

"Cada vez que abrimos un espacio así yo ya estoy pensando en el siguiente, en ver qué más podemos hacer", confesó Saskia, y recordó que esta es la segunda "bebeteca" que abren.

Todos los juegos y objetos que se encuentran en el lugar fueron donados por clientes de Amazon que accedieron a la lista de peticiones creada por Reinserta para la ocasión. México (EFE)

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