Siempre junto a la comunidad... Inquietudes y satisfacciones de una Reina

Por Roberto PELÁEZ

 

Es un día difícil para platicar con ella. Está, dice, como tres en un zapato. Es 4 de Julio, e historia aparte, por si fuera poco, es el cumpleaños de su compañero. Que si una gelatina especial, un pastel, organizar una salida, a qué hora le doy su regalo... y el teléfono que no para de sonar.

“Bueno, apunta, voy a responder sus preguntas sin dejar de hacer, no puedo pararme, y si miro mucho el reloj de la cocina no es por usted, es que todo está cronometrado.

“Estoy convencida, agrega, de que todo tiempo es poco para aprender y brindar lo mejor a la sociedad, asevera esta inquieta mujer que tiene la capacidad de multiplicarse, pues como dijo el poeta cubano José Martí, hacer es la mejor manera de decir”.

Reina Vélis mira atrás y ve a sus padres, Vicente y Dominga, allá en el departamento salvadoreño de Chalatenango... “lo que soy se lo debo a ellos, a sus enseñanzas, afirma con el rostro serio; me enseñan a luchar por mis aspiraciones, a hacer los sueños realidad, y no olvidar nunca de donde vengo.

”Somos siete hermanos, nos criaron con mucho sacrificio, mis padres se esfuerzan al máximo por darnos lo mejor: su ejemplo; procedemos de una familia de bajos recursos, argumenta, enfrentamos las carencias con su espíritu, aprendemos de ellos, su responsabilidad y entrega”, apunta emocionada. “Estudio en un Colegio Católico que mis padres costean con una cuota módica, destaca; soy la única entre mis hermanos graduada de la universidad”.

Esta mujer inmensa, con la capacidad de estar en todas partes, de pensar en todo,asegura que conoce casi cada rincón de El Salvador, “recorro el país varias veces, por cuestiones de trabajo”, acota. “Sé lo que es agarrar un machete para desyerbar, abrir caminos, conozco el trabajo fuerte del campo, sostiene, y se mira las manos; visito Costa Rica, Honduras, Guatemala, Nicaragua, continúa, como parte de proyectos vinculados a los alimentos y el agro”.

Licenciada en Trabajo Social y con una Maestría en Género y Desarrollo, trabaja en la Organización de Naciones Unidas (ONU) entre 1993 y el 2002; “defiendo, advierte, lo concerniente a las leyes agrícolas, la ciencia y la técnica aplicada al campo, el crédito agrícola, por eso me involucro en proyectos de la FAO (Organización para la Alimentación y la Agricultura) y la Unión Europea.

”Aunque hay avances, explica, hay un largo camino por recorrer, trabajo por hacer, subraya, y lo mismo se puede decir del género, considero que aun la mujer tiene mucho que conquistar.

”La violencia doméstica, las posibilidades de acceder a un empleo, igualdad en el salario, los créditos, la superación, enumera la entrevistada, incluso la participación más activa en la toma de decisiones que inciden en la sociedad, clasifican entre un grupo de aspectos en que la mujer es discriminada o ignorada, que es peor... 

”El camino por la igualdad de la mujer es largo, indica, y duele reconocer que pese a lo que hemos conseguido estamos más cerca del principio que del final; sin embargo, el aporte de la mujer al desarrollo de la sociedad es innegable”.

En el 2004 Vélis vuelve a la ONU por unos meses, recuerda, “formo parte de un proyecto de la FAO, destaca, relacionado con la agricultura en El Salvador.

”Desde antes de 1980 algunos de mis familiares residen en los Estados Unidos, comenta, decido quedarme a vivir aquí después, para ayudar a una de mis hermanas”.

Vélis es ciudadana estadounidense, madre de tres hijos, “ellos me llenan de orgullo, señala mientras revuelve una crema dentro de la cazuela, el mayor es ingeniero geólogo; el segundo está al frente de un McDonalds, y la hembra finaliza estudios de diseño gráfico; me alegra que encuentren su camino sin perder el idioma español.

”El afán por aprender me lleva a tomar entrenamientos sobre declaraciones impuestos, cada año el IRS tiene cosas nuevas, argumenta, y por otro lado tomo clases sobre la elaboración de gelatinas artísticas, ya tengo más de 400; siempre estoy motivada, sostiene, y me gusta enseñar, me apasiona”, concluye.

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