La actriz británica Vanessa Redgrave aseguró que proteger a los refugiados es también ayudar a la democracia, al presentar su documental “Sea sorrow” (El dolor del mar) como un tributo a quienes se ven obligados a escapar de sus países.
En la presentación del reporte “Global Trends 2017” del Alto Comisariado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), en ocasión de la Jornada Mundial del Refugiado, Redgrave llamó a defenderlos y con ellos a la democracia.
“No puede haber esperanza de democracia si se deja morir a las personas en el mar, en el desierto, bajo los misiles, las bombas o los disparos de francotiradores”, advirtió.
Dijo que “todos tenemos necesidad de democracia y es necesario protegerla en todo momento y en todos los países y para hacerlo debemos también proteger a los refugiados”.
Consideró que a través de la integración y la protección dadas a los refugiados aumenta la esperanza del retorno de la democracia en sus países de origen.
Señaló que el documental “Sea sorrow”, del que es directora, “es un tributo a mujeres, jóvenes, niños, ancianos y a todos aquellos que buscan la protección en Europa”.
La actriz recordó que cuando tenía dos años debió escapar de los bombardeos nazis sobre Londres y también se refirió a las persecuciones en el Viejo Continente, al exterminio de los judíos y a las “responsabilidades de Inglaterra”.
Igualmente Redgrave se dijo “completamente” en desacuerdo con el nuevo gobierno italiano y, en particular, con el ministro del Interior, Matteo Salvini, que prohibió a la nave Aquarius con 623 refugiados atracar en puertos del país.
“Estoy segura que la mayoría de los italianos quiere proteger a las personas que huyen de la guerra”, consideró.
El documental “Sea sorrow”, presentado ya en los festivales de Roma, Cannes y Nueva York, trata justamente sobre los refugiados que desembarcan en Europa, con una atención especial a los niños.
En tanto, el reporte “Global Trends”, presentado en días pasados en Ginebra y este miercóles en Roma por el representante y la portavoz de la ACNUR para el sur de Europa, Felipe Camargo y Carlotta Sami, respectivamente, señaló que el año pasado 68 millones de personas debieron escapar a causa de guerras, violencias o persecuciones.
Esa cifra se trató del quinto récord anual consecutivo y, en particular, se debió a la crisis en República Democrática del Congo, la guerra en Sudán del Sur y la fuga a Bangladesh de miles de refugiados rohingya originarios de Myanmar.
El reporte resaltó que 85 por ciento de los refugiados reside en países en vías de desarrollo, muchos de los cuales están en condiciones de pobreza extrema.
Asimismo indicó que casi dos tercios de los 68 millones de desplazados se quedan dentro de las fronteras del propio país, mientras que de los 25.4 millones de personas con estatus de refugiados, poco más de un quinto son palestinas.
Dos tercios del resto son originarios de cinco países: Siria, Afganistán, Sudán del Sur, Myanmar y Somalia, por lo que el fin del conflicto en cada una de esas naciones podría influeciar significativamente el más amplio marco de movimientos forzados de personas en el mundo.
Igualmente el informe dijo que 58 por ciento de los refugiados vive en áreas urbanas y 53 por ciento son menores, muchos de ellos no acompañados o separados de sus familias.
En cifras absolutas es Turquía el país con el mayor número de refugiados, con 3.5 millones de personas, en su mayoría de nacionalidad siria, mientras Libano es la nación con mayor porcentaje en relación a su población total. Roma (NOTIMEX)