Perfumes... hay que saber escogerlos, cada uno tiene su historia

Resulta una verdad tan grande como un barco decir que cada perfume tiene su historia, deja una huella en la piel, un recuerdo.

Un perfume te ‘transporta’ a determinada estación del año, o te trae recuerdos de la playa a la que ibas de vacaciones, al campo con su olor a madera. Por eso algunos afirman que escoger el perfume es tan importante como seleccionar la ropa con que vas a salir.

Y es que muchas veces un perfume ‘retrata’ a una mujer, dice cosas de ella, de su personalidad, o sea... la representa, quizás pueda ser hasta su exclusividad.

El conocido diseñador Narciso Rodríguez resalta: “siempre he sido consciente de cómo los hombres miran a las mujeres, cómo las mujeres seducen a los hombres, y eso inspira mi trabajo y la manera en que veo a las mujeres”.

Hueles un perfume y sientes el ruido del mar, después te llega el olor del jazmín, de la mandarina o el naranjo, entonces consideras que ese perfume trae consigo algo de libertad.

La mayoría de los hombres utiliza perfumes (y el olfato de la mujer) para dejar en ella buena impresión desde la primera cita, es como descubrir el agua tibia. Los hombres por lo general escogen perfumes que dejan una estela, un aroma intenso en la piel, aunque pasen las horas.

 

Se habla de perfumes y a muchos le viene a la mente el exitoso libro El Perfume, y la película del mismo nombre. La historia comienza en Egipto, que Cleopatra los utilizaba -leche incluida- para seducir a los hombres. Lo importante es saber elegir el adecuado para cada momento y persona.

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