Existen varios factores que contribuyen a la aparición de ojeras, entre los que se destacan la genética, la falta de sueño y el estrés.
Las ojeras son el efecto visible de vasos sanguíneos que se oscurecen cuando el cuerpo no recibe cantidades de oxígeno o hidratación adecuadas. La piel bajo los ojos es muy fina, ya que no contiene tejido graso, por lo cual se hace más visible el tono marrón, violeta o azulado que suele aparecer cuando hay ojeras.
Si bien pueden surgir por muchas causas, en algunas familias están determinadas genéticamente, lo que significa que la fineza de la piel de alrededor de los ojos es hereditaria y el oscuro también.
Los factores más comunes que influyen en la aparición de las ojeras son: hábitos como fumar, deshidratación, dormir poco, afecciones en la piel (dermatitis), frotamiento frecuente de los ojos, sobreexposición a la luz solar, niveles reducidos de tejido graso alrededor de la piel y deficiencia de vitamina K.
Las ojeras son el efecto visible de vasos sanguíneos que se oscurecen cuando no hay cantidades de oxígeno o hidratación adecuadas.
Es importante incluir vitamina K en la dieta para quitar las ojeras y disminuir su tono oscuro, además de incorporar otras vitaminas. La vitamina K ayuda a reducir la apariencia de las ojeras al mejorar la coagulación sanguínea y disminuir la congestión de la sangre debajo de los ojos, o sea, tiene más importancia de que la que habitualmente se le presta o concede.
Se encuentra en aceites vegetales, brócoli, col rizada, lechuga, higos, carnes, huevos, queso, y algunas frutas.
La vitamina C, por su parte, tiene propiedades antioxidantes y su papel en la producción de colágeno ayuda a fortalecer los vasos sanguíneos, puede reducir la hinchazón y mejora la circulación.
La B12 ayuda a la producción de glóbulos rojos. Una alimentación sana resulta conveniente ante las ojeras.