Mexicana Isabel Mendoza: “Mi arte requiere de paciencia y mucho amor”

Por Roberto PELÁEZ

Da gusto platicar de arte con esta mujer oriunda de Guadalajara, en el estado mexicano de Jalisco. Isabel Mendoza es exactamente eso... ¡una artista de pies a cabeza!

“Trabajo, explica, lo que se llama ‘arte en popotillo’, es algo hermoso, pero requiere paciencia y amor, lo aprendí viendo a mi abuelo, entonces era una niña, me enamoré de su manera de hacer, lo ayudaba a escoger todo lo necesario, y eso me fue ganando, no exagero si le digo que ya debo haber confeccionado unas 10 mil piezas”, resalta entusiasmada, con cierto orgullo.

“Hay que escoger unas plantas silvestres, teñirlas con tintes naturales (a base de extracto de flores), esperar que sequen, clasificarlas, emplear semillas, cortezas... tengo obras en Las vegas, Texas, Nuevo México, Nueva York, Escocia, Alemania,  Italia, España, Francia, es muy hermoso, en varias de esas ciudades o países mis piezas se han subastado”, afirma.

Los cuadros de esta artista tienen varias dimensiones “confeccionar uno con medida de 40 centímetros por 50 centímetros me lleva trabajo por dos semanas, ya le digo, esto es de paciencia, escoger o combinar los colores, saber qué se quiere lograr”, enfatiza.

Sus piezas resultan una vía para expresar sentimiento, dejar que aflore todo lo que lleva por dentro de artista, y con ello mantiene vivo el legado familiar, lo que aprendió de aquel hombre que de niña le parecía un gigante. Es ni más ni menos, su herencia cultural.

Parece fácil, hasta que Mendoza detalla los pormenores de su labor, entonces no queda más que admirar este arte que data de muchos años, y a quienes lo practican.

Claro que en gran medida ayuda la versatilidad del popotillo, esas varitas en forma de paja, pero al final se impone el talento, lo hacendoso del artista, empeñado en quedar complacido con lo que sale de sus manos, y claro, que las personas, el público, admiren lo que tienen delante.

Mendoza fue una de las artistas invitadas a las actividades llevadas a cabo para recordar el aniversario 162 de la Batalla de Puebla.

“Es la primera vez que expongo en Las Vegas, destaca, es una ciudad impresionante, más si tiene en cuenta que antes todo esto era un desierto, la contemplas y concluyes que el hombre es capaz de hacer maravillas”, subraya.

Sale a relucir entonces que no basta con escoger el popotillo, hacer el tinte. pintar, poner a secar “hay que seleccionar las flores para el tinte, explica, por ejemplo, si la quiere amarillas, o de otros colores, después es necesario trabajar la cera, encerar exige mucha pericia, pero forma parte del proceso y no puede descuidarse u obviarse, todo poco a poco”, reitera.

“Por otro lado, dice, siempre le explico al público que cada cuadro o pieza lleva aparte del trabajo, mucha energía por parte del artista, esfuerzo, imaginación, sudor, y eso desde mi punto de vista le concede otra connotación, es justo también verlo así”.

Agradece el saludo de varias personas que se acercan, algunas la llaman maestra, ella sonríe.

 

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