María Karla, la pequeña gigante de la danza

Por Roberto PELÁEZ

“Ella es de las que no conoce el límite, asegura Margarita Romano sobre María Karla Villalobos-Cárdenas; a cada uno de los miembros de su grupo les inyecta el deseo de crecerse cuando se escucha la música... se entregan como pocos”, advierte.

Fundadora y directora del Grupo Folklórico Libertad de Las Vegas, basta platicar unos pocos minutos con  esta joven de baja estatura para percatarse de su pasión por la danza y el folklor mexicano “esa es mi vida”, resalta.

Y a decir de los especialistas, es precisamente el amor por lo que hace, la confianza en sí misma, la credencial del grupo que lidera Villalobos-Cárdenas.

Dueña de una carrera meteórica, poner ‘toda la carne en el asador’ cuando de bailar se trata, coloca a la entrevistada en el grupo de personas que recoge los frutos de su accionar. “El Grupo Folklórico Libertad de Las Vegas, comenta, por su esmerado trabajo, los lauros conquistados en diferentes niveles, siempre ‘despierta’ gran expectativa donde se presenta”, asevera la graduada en la UNLV en Comunicación y Danza.

“Ella es de las que no conoce el límite”, acota Romano, especialista en temas relacionados con el trabajo social. Y agrega: “María Karla va a llegar tan lejos como le sea posible, sus ansias de aprender, de bailar, de guiar a los compañeros de la compañía, son sobresalientes”.

La conocida agrupación cultural, ganadora de diversos premios a instancia estatal y nacional, tuvo sin dudas uno de sus momentos más sobresalientes cuando la alcaldesa Carolyn Goodman proclamó el 23 de junio como el día del Grupo Folklórico Libertad de Las Vegas, como justo reconocimiento a su desempeño.

Sin embargo el último día del pasado año le deparaba a la entusiasta joven otro lauro, éste llegado desde México, un país que ella adora.

La Asociación Nacional de Maestros de Danza Popular Mexicana, en ocasión de su LXXIII Congreso, le entregó una CONSTANCIA por su participación en el trascendental evento de talleres y conferencias sobre el repertorio nacional de Hidalgo, Tlaxcala y Yucatán.

“Aprender no ocupa lugar, dice, nos lo enseñaron nuestros padres, abunda, ellos siempre ligados a la educación y la danza folklórica”.

Dora y Juan viven enamorados de la cultura y el folklor mexicano, aseguran que bailaron mucho en San Luis, Río Colorado, Sonora... “entonces, apuntan, trasmitimos ese amor y respeto por la cultura a nuestros hijos, los apoyamos en sus proyectos, es admirable su empeño en hacer realidad los sueños”, son perseverantes”, sostienen.

 

Villalobos-Cárdenas considera que los triunfos no vienen solos, “estoy convencida de que detrás de cada uno de los lauros, del prestigio, hay una dosis de sacrificio, de entrega en los ensayos, de fuerza de voluntad para sobreponerse a los dolores, al hecho de quitarle tiempo al descanso y bailar, ensayar y volver a bailar”, reitera. 

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