Por Roberto PELÁEZ
Siempre acaricié la posibilidad de entrevistar a esta mujer. La encontraba en un evento, en otro, y en otro. Estaba ocupada ella o lo estaba yo. Pero dice un viejo refrán: ‘hay más tiempo que vida’.
Maggie Mora nace en Los Ángeles (CA). Desde el 2009 reside en Las Vegas. Hija de madre soltera (su padre fallece cuando su madre tiene sólo tres meses de embarazo), la entrevistada comprende desde temprano que debe aprender español. “Quiero comunicarme mejor con mi gente, dice, y tomo lecciones, hoy miro atrás y lo considero una buena decisión”.
Contempla unas fotos, levanta la vista y afirma: “Mi madre se sacrificó para que yo tuviera una mejor vida, me dio todo. Es una mujer de principios, por ella sé de valores, respeto, educación, de luchar sin desmayo por salir adelante, pese a las adversidades de la vida... siempre dice ‘si luchas lo logras’, viéndola comprendo que el sueño americano se consigue sobre la base del trabajo, las dos nos entregamos por entero al trabajo, le concedemos mucha importancia”.
Sale a relucir que desde la adolescencia conoce de injusticias y decide enfrentarlas, ayudar a sus compañeros de estudio. “Ir a la universidad resultó difícil, exigente, pero ¡lo logré! Claro, en aquel momento tengo muchos trabajos, en cada uno de ellos doy el máximo, me entrego con todas mis fuerzas, tal como aprendí de mamá; hasta que me dan la posibilidad de trabajar para la comunidad, entonces comprendo que ése es mi sueño, es lo incuestionablemente amo.
“Me vinculo a la campaña presidencial de Barack Obama, dedico muchas horas a educar a la gente sobre la importancia del voto; después dirijo campañas contra el fraude, por mi labor 45 o más personas reciben lo que habían perdido; me dedico a educar a los jóvenes, a personas que necesitan ayuda... trabajo alrededor de dos años para el congresista Rubén Kihuen.
“Me ascienden para atender servicios de inmigración, asesoro a gente con problemas de inmigración, housing, social security, y más; trabajo para el congresista Steven Horsford, me convierto en la voz de la comunidad, de los residentes en el Distrito 4”, explica.
En abril de este año Mora recibe una buena nueva: “la ciudad del Norte de Las Vegas me ofrece una gran oportunidad para ayudar y educar a la comunidad, no lo pienso dos veces, me apasiona ayudar a la gente... para mí la comunidad es lo primero”, sostiene.
Trabajadora, responsable, íntegra, muchas personas apelan a su sensibilidad, su marcada vocación de servir, y encuentran en Maggie un oído receptivo, alguien capaz de alentar, asesorar, en la búsqueda de soluciones. “Ella no te deja desamparada, comentan muchas personas, platicas con ella y te das cuenta que quiere ayudar”, resaltan.
Sobre educación Mora puntualiza: “afrontamos dificultades, pero las familias deben insistir en que sus hijos salgan adelante, inspirarlos, no importa de dónde vengan, es relevante proponerse metas y cumplirlas, es la manera de tener mejores posibilidades, salarios superiores... todo es posible si trabajamos juntos, arduamente”, concluye.
