La creencia de que cada cana arrancada abre paso a 100 más, es exactamente eso... una creencia, pero ojo, si bien es cierto que conservarlas entraña más cuidado, limpieza, menos exposición al sol, también lo es que tienen su encanto.
La naturaleza es sabia, y por lo general las canas, que es el tema que nos ocupa, ‘aparecen’ cuando el rostro comienza a marchitarse, y si se quieren ocultar lo mejor será siempre ponerse en manos de un profesional. De otra manera, es difícil que se vean bien, además, exigen una cuidadosa selección del tinte a emplear.
No es extraño que en ocasiones las canas se adelanten y ‘aparezcan’ en plena juventud, se trata entonces -según los especialistas- de un problema hereditario. Es conveniente conocer que las canas no son síntoma de enfermedad alguna, en ese sentido no hay que preocuparse.
Por supuesto que muchas mujeres optan por ocultarlas, pues las canas -para ellas- resultan causa de un trauma, quieren disimularlas a toda costa, mientras otras prefieren llevar sus canas con marcada coquetería, y no dejan de verse bien y de ser atractivas.
Una mujer madura o que ya se incluye en la que muchos llaman tercera edad, si lleva bien cuidadas sus canas, también tiene su encanto, pues no siempre el querer ‘disimular’ los años o las canas queda bien. Muchas veces la belleza está en saber llevar lo natural con elegancia. (Tomado del libro Más belleza para ti, de Isabel de Amado Blanco)
