Eso no entra en discusión, el cepillo es el mejor amigo del cabello, especialmente el cabello considerado grasiento agradece mucho el uso constante del cepillo, es más, en caso extremo se puede envolver el cepillo en una gasa para absolver mejor la grasa.
Está claro que esa gasa debe lavarse antes de volver a usarse, de manera que absorba mejor la grasa; por otro lado es bueno consignar que el cepillado antes de ir a la cama es indispensable, procurando hacerlo de la siguiente manera: se inclina la cabeza hacia delante y se cepilla a contra-pelo, comenzando desde la nuca, después en sentido contrario, de la frente hacia atrás... es un ejercicio un tanto fatigoso, pero sin dudas reporta beneficios, no sólo para el cabello, también para el cuerpo cabelludo, pues activa la circulación, además, también es conveniente para los brazos, toda vez que no deja de ser exactamente eso... un ejercicio.
Por otra parte si quieres que el peinado se amolde mejor, humedece el cabello -después de lavado- con un poquito de cerveza (fíjese que digo humedecer, no bañar).
El proceso de amoldar el cabello es algo privadísimo, que se debe hacer cuando se está en la casa. Les recuerdo que es mejor un peinado sencillo que uno en extremo elaboradísimo para lucirlo por un par de horas.
Peinados simples, cabellos al aire, es lo mejor, lo que siempre está de moda, es lo mas lindo.
Tampoco es aconsejable el uso y abuso del pañuelo, que a la larga es perjudicial para la salud de nuestro cabello. Afortunadamente cada vez es mayor el número de mujeres con el cabello suelto, pero eso sí, recuerden que si lo cepillan con perseverancia, o sea, son constantes en el cepillado (más aun por las noches), de seguro lo lucirán aun mejor.
(Tomado del libro Más belleza para ti, de Isabel de Amado Blanco)
