Lola Álvarez Bravo, primera fotógrafa mexicana

• Dio testimonio de importantes figuras del país y de la vida cotidiana

Recientemente se conmemoró el 117 aniversario del natalicio de Lola Álvarez Bravo, reconocida como la primera fotógrafa mexicana. Realizó retratos a personalidades como Frida Khalo, y fue jefa del Departamento Fotográfico del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL).

Dolores Martínez de Anda -su nombre real- nació en Lagos de Moreno, Jalisco, sin embargo, durante 1916 se mudó a la Ciudad de México, lugar que sería significativo para su carrera profesional detrás de la lente. Como parte de sus primeros trabajos en el mundo artístico, transcurriendo el año 1935 colaboró en una exposición de artistas mujeres organizada por María Izquierdo.

A mediados de los década de los treinta, la fotógrafa colaboró con la revista El maestro rural, entonces editada por la Secretaría de Educación Pública. Sus primeros trabajos en la fotografía fueron de corte documental, pues comenzó con imágenes que retrataban la vida cotidiana de las calles del país.

De acuerdo con el INBAL, la artista llegó a declarar: “En mis fotos hay cosas de México que ya no se ven más. Si tuve la suerte de encontrar y plasmar esas imágenes, pueden servir más adelante como un testimonio de cómo ha ido pasando y transformándose la vida, imágenes que me llegaron muy hondo, como electricidad, y me hicieron apretar la cámara”.

Su lente capturó también imágenes de líderes sociales, esculturas prehispánicas y arquitectura, entre otros. Con el paso del tiempo, sus disparos dejaron de enfocarse sólo en lo documental para dar paso a una fotografía más experimental, con lo que consiguió realizar técnicas como el fotomontaje, fotomural y fotograma, contextos en los que incursionó durante 1935. Para 1964 presentó su primera exposición individual.

La artista de la lente se retiró de la actividad profesional al transcurrir el año 1989, no sin antes recibir reconocimientos a su talento, tales como la presea Doctor Mariano Azuela y la medalla de Jalisciense Distinguida. Llegado el año de 1924, se casó con Manuel Álvarez Bravo y fue cuando adoptó sus apellidos, los cuales, aun después de separarse, conservó hasta su muerte ocurrida en 1993, por lo cual se le conoce como Lola Álvarez Bravo. México (NOTIMEX)

 

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