La sinaloense Gladys Carpo... Cuando el aprender no ocupa lugar

Por Roberto PELÁEZ

La última vez que entrevisté a la mujer que tengo delante ofreció una disertación sobre lo que llama ‘gastos hormiga’, algo relacionado a malgastar el dinero, hacer compras superfluas o innecesarias, “cuando -dijo- lo más importante es aprender a ahorrar”.

Es de Sinaloa, un lugar que vive dentro de Gladys Carpo, por eso no es extraño que platique de ‘aguachile’ (camarones, aguacate, limón, pepino), sin embargo no deja de reiterar que ‘el saber o aprender no ocupa lugar’.

“Ahorita, apunta, tomo lecciones para aprender el lenguaje de señas, me gusta conocer, y en este caso es algo que tiene que ver con la inclusión, al dominar esta manera de comunicarse, pues se abren las posibilidades de platicar, entender a personas que se comunican de esta manera al no poder contar con el sentido auditivo.

“El lenguaje de señas, abunda, les permite a esas personas acceder a la información, entonces me resulta provechoso dominar, tener la posibilidad de comunicarme con ellas, brindarles información o sencillamente sostener una plática, interactuar con ellas, además de que puede ser -de hecho lo es- provechoso en el trabajo, intercambiar criterios”, argumenta.

Carpo, como muchas otras mujeres en el valle, es una apasionada defensora de la educación, por eso tiene entre sus prioridades que la gente se supere, se haga de las herramientas necesarias para salvar obstáculos y salir adelante.

“Es algo esencial, afirma, tal vez en los países de donde venimos no contamos con una figura sobresaliente que nos motive a estudiar; aquí, sin embargo, vemos que los americanos preguntan, quieren saber, mientras nosotros nos cohibimos; tengo plena conciencia de que el saber nos abre puertas, nos facilita hacer realidad los sueños, las aspiraciones”, significa.

Amante de la poesía y de la literatura, es de las que siempre tiene en el carro un libro “no tengo dudas de que es un magnífico compañero, me ayuda a instruirme, a conocer, y me llena de satisfacción ver como en Las Vegas varios hispanos se abren camino en la literatura”.

La entrevistada considera que si bien el lenguaje de señas es primordial para personas sordas, en su caso es importante, más que todo porque le permite comunicarse, interactuar, informar e informarse cuando trata con quienes tienen esta discapacidad.

“Eso por un lado, destaca, y por otro es que cuando adquieres el hábito de aprender, de conocer, pues optas por aprovechar el poco tiempo libre de que dispones, aprendes y enseñas, te vales de las redes para hacer llegar información.

“Soy de la opinión, advierte, de que los conocimientos sirven de poco si no somos capaces de transmitirlos a otras personas, si no intercambiamos, para enseñar, remarca, es indispensable la comunicación, e incluso como en mi caso me colma aprender y estar en la mejor disposición de enseñar a otros, si no haces valer la cercanía, entonces a través de las redes, pero aprender siempre”.

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