La argentina Natalia Lancellotti: “Mi vida y el futbol van juntos”

Por Roberto PELÁEZ

La mujer que tengo delante vive para el futbol... le sale por los poros. Natalia Lancellotti, de origen argentino, vive desde los 14 años en Las Vegas.

“Viajé con mi madre, explica, fuimos las últimas de la familia en venir, allá por el 2003. Estaba ‘contagiada’ por el futbol. Supe desde temprano que no podría vivir sin él. La cancha, el balón, la portería, los pases, aprovechar el espacio... cómo prescindir de eso”, apunta sonriente.

“¿La barrera del idioma? Me fue mal al principio, expresa, era difícil, apenas había latinos en la escuela, usaba un diccionario, la tecnología hoy está lejos de aquellos tiempos.

“Estuve en Cimarrón Memorial HS por cuatro años; llevo más de 20 años en esta ciudad, no creo que haya pasado un día sin platicar de futbol, es mi pasión; estudié periodismo en UNLV, especialidad español, me desempeño como editora de You Tube en la MLS (segunda división), se imagina, llego del trabajo, mi esposo o yo prendemos la tele, y a ver partidos, vídeos”, resalta.

Respecto a las horas de futbol (por tv) que ‘consume’, reflexiona: “la temporada dura unos siete meses, entonces veo más de 80 horas, relacionadas con el trabajo, pero en lo que me apasiona, lo que deseo ver y disfrutar sin la presión del trabajo, bueno, no sé contar hasta ese número”.

A una pregunta sobre su compañero, responde de inmediato “nos conocimos en una cancha de futbol, no podía ser en otro lugar, es mexicano, seguidor del equipo América, y disfrutamos -yo más que él- la victoria de la selección argentina en la Copa América, usted vio ese partido tenso en la final, siempre confié en Dibu”, comenta y vuelve a sonreír.

Madre de dos pequeñines (la niña tiene seis años y ‘el gordito’, que es zurdo, tres) “sí, los llevamos a las canchas, señala, queremos que se diviertan, ellos también de alguna manera respiran futbol en casa.

“He entrenado equipos infantiles, me gusta trabajar con los niños, hacer énfasis en la disciplina, el respeto, el compromiso, la puntualidad, la importancia de estar en la cancha minutos antes de comenzar el partido, hablarles de responsabilidad, sembrar desde pequeño esa ‘semillita’, y que se diviertan, hagan amigos, después les platico de táctica, que algo muy importante”, afirma.

La conversación da un vuelco (sin apartarnos del futbol) “simpatizo con Lionel Messi, advierte, para mí es el mejor, desde que estaba en España con el Barcelona, una lo ve correr, hacer asistencias, buscar el espacio, y cómo no rendirse ante su magia.

“A Maradona, por la edad no lo vi jugar, solo en vídeos, y claro, era fenomenal, su entrega, el amor por la selección y el país, como ‘arrastraba’ al equipo, no quería salir nunca, jugaba lesionado, sin embargo tal vez por un problema generacional, me ha tocado ver a Messi, y para mí es el mejor”, reitera.

Aparte de la familia, el desmesurado amor por el futbol, le resulta relevante la solidaridad. Nos despedimos e invita: “en cualquier momento nos vemos en una cancha”.

 

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