Irma Gutiérrez-Prettenhofer: Una gerontóloga que respira optimismo

Por Roberto PELÁEZ

 

Nadie sabe de dónde saca tanto entusiasmo, es muy activa, y si usted me pregunta le aseguro que ella es un ejemplo, no solo como profesional, también por su entrega, su dedicación y deseos de ayudar a las personas de la tercera edad.

La joven que atiende el stand de Family Care Consult Alzheimer’s Association (una organización con casi cuatro décadas de fundada), se refiere a Irma Gutiérrez-Prettenhofer, una mujer de pelo corto que va y viene de un lado a otro, platica con una señora y la acompaña hasta otro stand.

Soy del estado mexicano de Jalisco, apunta Gutiérrez-Prettenhofer, cuando al fin dispone de unos minutos para platicar sobre su vida; viví por muchos años en Los Ángeles, y desde hace cinco resido en Las Vegas, agrega.

Soy gerontóloga, subraya, es lo que estudié... quizás la palabra le parezca extraña a muchas personas, precisa, pero la gerontología es la rama que se adentra en estudios sobre la vejez, tiene que ver con las necesidades físicas, mentales, sociales, que se presentan con los años.

Sí, responde, tengo más de 30 años de experiencia en el servicio vinculada a la comunidad de las que muchos llaman personas mayores, específicamente en la etapa de la vejez, es algo que me absorve tiempo, me preocupo y ocupo por las personas que pudieran padecer algunas enfermedades relacionadas de alguna manera con la edad.

Gerontología es lo que estudié, me gusta, y me desempeño como trabajadora social, trabajo con familias cuyos seres queridos tienen o padecen demencia o Alzheimers, sostiene; como se sabe esta última es una enfermedad sobre la que se lleva a cabo una investigación que data ya de muchos años para conocer de manera fidedigna qué la provoca, a qué edad puede presentarse, cómo preeverla...

Soy madre de cuatro hijos (dos mujeres y dos varones), Roberto tiene 30, Brian 28; Amanda 26, y Brooke 14, expresa, y en medio del tiempo que como le dije dedico a mi profesión, pues encuentro también el espacio para mis hijos, valoro mucho el tiempo quecomparto con la familia, enfatiza.

La pasión por ayudar, explica, la siento desde muy joven, de ahí que no lo piense mucho cuando me hago la pregunta: qué quiero estudiar, la gerontología se lleva bien conmigo, o yo con ella, sostiene sonriente. Hay que ser optimista, remarca, no me concibo de otra forma, más aun para ayudar a los pacientes y sus familiares; como le dije es una enfermedad sobre la que tenemos más preguntas que respuestas.

Debo decirle, señala, que en el aspecto personal me encanta servir a nuestra comunidad, informarla, contribuir a educar a los hispanos sobre el alzheimers, soy de las que abogo porque los latinos conozcan sus derechos, me gusta enseñarles como vivir mejor, aun al enfrentar una enfermedad, dice con el rostro serio mientras con la mano derecha se acomoda el cabello. 

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