Genny Romero...Aprender para enseñar a los demás

Por Roberto PELÁEZ

La veracruzana Genny Romero es exactamente eso, un ejemplo de lo que pueden conseguir los inmigrantes sobre la base del trabajo, del estudio, del esfuerzo diario, la fuerza de voluntad por salir adelante.

“Vengo de una familia numerosa, apunta, se imagina, ocho hermanos, y mis padres... siendo la mayor de las hijas, desde temprano tengo la responsabilidad de ayudar, apoyar, comprendo entonces la importancia de superarme, aprender”, afirma.

“Llego a los Estados Unidos hace unos 20 años, y a Las Vegas 15, me gusta esta ciudad, su gente; vengo como muchos otros inmigrantes, en busca de una vida mejor, de un trabajo y un salario decoroso, que me permita incluso ayudar a mi familia”, subraya, para dejar sentado que no pone a un lado a los suyos y el elevado concepto que tiene de la familia.

“No voy a entrar en detalles, advierte, sin embargo quiero apuntar que adopto la decisión de venir después de enfrentar muchas situaciones difíciles, pero no olvido ni un minuto a los míos, el lugar donde nací, crecí... sus playas, serranías, los puertos”, reitera con marcada seguridad.

Se excusa, atiende una llamada telefónica, platica unos breves minutos, y retoma la plática. “Me gusta ayudar a la gente, creo que eso nos hace mejores personas, todos, sostiene, tenemos problemas, de un tipo u otro, pero es muy importante contar con alguien que escuche, asesore, tienda la mano”, expresa sin poder ocultar el sano orgullo por estar siempre asequible.

“Como la mayoría de los que llegamos, mi primer obstáculo es el idioma, enfrentarme a otra cultura tan distinta a la nuestra, entonces, prosigue, me doy a la tarea de estudiar, buscó información y me inscribo en una escuela para adultos, entonces trabajo en lo que aparezca... no dejo de buscar y crear oportunidades, me empeño en ver el lado positivo de las cosas”, asevera Romero.

“Me gusta estudiar, personalmente considero que la educación, el saber, es una herramienta indispensable, más aun para quienes desean salir adelante, abrirse paso, ser independientes, tener la satisfacción de ayudar a otros sobre la base del conocimiento.

“Hoy puedo decir que tengo una carrera, precisa, soy hipnoterapeuta, tengo mi propia oficina, gozo de lo que llamamos ‘libertad emocional’, física, espiritual... hago lo que amo y eso me reporta muchas satisfacciones.

“Por encima de todo soy una persona agradecida, dice, le agradezco sobremanera a este país que por decirlo de alguna manera, me brinda hospedaje y amor, me da la posibilidad de sentirme realizada como ser humano; es un regalo hacer lo que a una le gusta y que encima le paguen, pueda ayudar a otras personas. Tengo muchas razones para ser agradecida.

“Me enorgullece, dice, poner mis conocimientos en función de la comunidad, asistir a numerosos eventos, que se reconozca lo que hago, ofrecer charlas, talleres, sentirme útil, saber que ayudo a muchas personas a encontrar respuestas a sus problemas, a sus inquietudes, eso reconforta y motiva, al menos así lo experimento.

 

“Cuando muchas personas de la comunidad se acercan con sus preocupaciones, sus inquietudes y dudas, es hermoso tener los conocimientos para responder a esas dudas, ayudarlas, guiarlas de manera que puedan hacer realidad sus aspiraciones, recuperarse... cuando eso sucede, pues me siento realizada, ya le digo, soy una mujer agradecida, con fuerza para luchar por mis sueños, y si yo puedo, no tengo dudas, otras pueden”, finaliza. 

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