Estudiantes de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Aragón de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) exigieron soluciones a varios casos de violencia de género, entre ellos el de una exmaestra, por los que llevan casi una semana en paro de actividades.
Uno de los casos es el de una estudiante de arquitectura que denunció abuso por parte de otro alumno y fue sancionada con un mes de suspensión.
Otro es el de una maestra de danza clásica y regional mexicana que fue despedida después de haber denunciado acoso y hostigamiento laboral por parte de un superior, según relató en entrevista con EFE.
El paro indefinido comenzó el pasado viernes 15 después de que colectivas pidiesen explicaciones a las autoridades de la FES sin obtener respuesta.
Este martes se realiza una mesa de trabajo en la que las organizaciones de estudiantes organizadoras del paro entregarán un pliego petitorio a dichas autoridades esperando que tomen cartas en el asunto de la maestra de danza.
El pliego incluye exhortos como que se establezcan medidas de protección a la maestra; como que se le brinde acompañamiento jurídico con perspectiva de género, así como psicológico y psiquiátrico; que se le reinstale en su puesto de trabajo y que alguna de las autoridades presentes escriba “de puño y letra” una carta “de no represalias”.
La maestra que denunció hostigamiento, Danaé Barajas, relató a EFE que a pesar de sus casi 13 años impartiendo varias horas de clases a la semana -algunas basificadas y otras por honorarios- la despidieron, después de que denunciase acoso en septiembre de 2022 ante la Defensoría de los Derechos Universitarios, aconsejada por el Sindicato de Trabajadores de la Universidad Nacional Autónoma de México (Stunam).
En su puesto de trabajo, durante seis años, la maestra fue vigilada, perseguida, instada a firmar documentos de llegada y salida, mientras que sus compañeros no tenían que firmarlos, eliminada de grupos de chat, e incluso recibió gritos y amenazas por parte de su superior, Gabriel N, denuncia.
“Había hablado con otros superiores sobre la situación por años, pero no hacían nada”, dijo Barajas sobre los numerosos agravios que sufrió en los últimos años como maestra.
Días después de la denuncia, tres superiores acudieron al departamento jurídico de la UNAM y pusieron una queja en su contra por homofobia, alegando que la mujer se burlaba de él.
“Es algo que nunca hice, pero así lo aseguraron ellos”, declaró.
La maestra decidió no acudir a su puesto de trabajo hasta que le dieran garantías de seguridad y poco después fue despedida.
Hasta el momento, asegura, nunca ha recibido una notificación oficial de su despido, pero decidió denunciar en febrero de 2023 a través de la Fiscalía General de la República, a pesar de lo difícil de recopilar todas las agresiones sobre las que, en un principio ni siquiera fue consciente de todas.
“Es difícil recordar seis años y pico de microagresiones”, dijo. México (EFE)