Por Roberto PELÁEZ
Oriunda de Tijuana, México, Esther Ruiz, quien hace más de 20 años decide venir a Estados Unidos y salir adelante, es de las personas que considera que la educación es indispensable “para mi es lo primero, y con mi ejemplo trato de enseñarselo a mis hijos”, destaca.
“En la Universidad Autónoma de Baja California estudio turismo, es algo que me apasiona, apunta Ruiz, estoy allí tres años y medio. Luego, durante los 16 años que vivo en Oregon, pues me vinculo a un asilo de ancianos, sin dejar de leer todo lo que cae en mis manos, considero que es una excelente manera de instruirse, de aprender cada vez más, enfatiza.
“Tras moverme a Las Vegas, apunta, comienzo a trabajar en A+ Dental Group, eso me da la posibilidad de poder relacionarme con la gente, estar en contacto, platicar, informar... algo que también me gusta mucho.
“Personalmente, comenta para los lectores de El Mundo, considero que hay muchos recursos disponibles, sin embargo la comunidad no los aprovecha al máximo por no estar informada, por no acercarse y preguntar”.
Sostiene una breve plática con varias mujeres y luego se aproxima para profundizar en aspectos relacionados con su vida, su familia, y la importancia que dice concede a la educación.
“Cuando platico con la gente trato de saber hasta dónde está informada, subraya, por ejemplo, en lo relacionado con el cuidado de la salud, sobre todo para las mujeres, si saben adónde pueden ir, qué posibilidades pueden explorar para recibir servicos de salud a bajo costo, si saben de terapia familiar, lo que significa la salud dental.
“Recuerdo que de niña, adolescente, a nosotros nunca nos llevaban al dentista, y ahorita sucede igual, la gente se acerca o visita al dentista cuando no resiste el dolor, cuando lo mejor es recibir atención dental al menos dos veces al año.
“Eso que le digo sucede en muchas familias, y los padres deben informarse, conocer lo que es mejor para sus hijos, porque una mujer embarazada debe prestar atención especial a su salud dental, cuánto calcio puede perder su organismo si no se atiende de manera correcta”, advierte la entrevistada; lamentablemente hoy veo a muchos jóvenes con dentadura postiza y eso en gran medida es por el descuido.
“Por experiencia puedo señalar, añade, que a la raza le gusta o se siente más a gusto cuando la atención que le brindan -más aun en salud- se la ofrecen en su idioma, se siente más en confianza”.
Madre de cuatro hijos, precisa: “la mayor es Fernanda, tiene 26 años, trabaja en una tienda de partes de autos, mientras Jessica (16 años), Joanna (15) y Salvador (14) estudian en high school... la primera quiere estudiar derecho y la segunda sicología infantil, mientras el varón aun no muestra inclinación por lo que le gustaría ser mañana”, apunta.
“Mis cuatro hijos son bilingües, dice, me preocupo porque no pierdan el idioma español, pero también que puedan comunicarse en inglés sin dificultad, eso abre muchas puertas, abunda, considero que una persona que hable dos idiomas tiene más opciones, si domina su trabajo puede salir adelante... pero la clave está en el estudio”, sentencia, y camina al estacionamiento, pues 30 minutos más tarde comienzan sus lecciones de computación.