Por Roberto PELÁEZ
Entrega de juguetes, campamentos de futbol para que los pequeños se diviertan, conferencias médicas y de asesoría jurídica, además de una membresía que supera el centenar, hablan a las claras del excelente trabajo que llevan a cabo los integrantes de Azulblue. Abril es, a instancia mundial, el mes de concientización sobre el autismo.
Fundada por Olivia Espinosa, allá por el año 2015, la organización viene, sobre la base del amor y múltiples necesidades, a llenar un vacío específicamente para la comunidad hispana (padres con hijos autistas) urgida de tener información en español sobre la condición de los menores.
Espinosa, siempre atenta, diligente, presta a dialogar, se rodea de un grupo de padres deseosos de hacer, ayudar, contribuir en lo posible a que Azulblue vea consolidada su labor primordial. Desde hace algunos meses lidera la organización Yoli González.
“La comunidad debe conocernos mejor, coinciden Olivia y Yoli, saber de nuestras actividades, conocer, por ejemplo, que nuestras temporadas de futbol no son como las de otras ligas del valle que se involucran en la competencia y ansían conquistar el título”, advierten.
“Desde hace varios años, prosiguen, llevamos a cabo dos temporadas, con alrededor de 100 niños... los pequeños más que todo lo que hacen es divertirse y nosotros lo vemos como una especie de terapia con elementos físicos y por supuesto sociales, precisan, cada uno con sus características especiales”.
Espinosa concede relevancia a las conferencias médicas y de asesoría jurídica (ambas en español e inglés) “por encima de todo necesitamos estar informados, conseguir esos dos eventos cada año para nosotros es una gran conquista, nos hacemos de herramientas indispensables.
“Vale destacar, abunda Espinosa, que hemos tenido la posibilidad de tener con nosotros a una pediatra de México con mucha experiencia, y también al conocido doctor Mario Gaspar, un estudioso de lo relacionado con el autismo, hay mucho que aprender sobre esta condición, los niños autistas ‘están en su mundo’, muchas veces en medio del silencio, y necesitamos comprenderlos, estar prestos a ayudarlos”, enfatiza la fundadora de Azulblue.
Para Espinosa está claro que “atender, cuidar a un niño con autismo requiere una gran dosis de comprensión, estar bien informados, y sobre todo es preciso darles mucho amor”.
González, por su parte, resalta la dedicación de las madres -y de los padres-, la significativa cuota de amor que es preciso dispensar, y que es correspondida por los pequeños aquejados por esta condición, la inteligencia que distingue a muchos de ellos.
“Recientemente, sostiene Yoli, concretamos el evento de inclusión de los adolescentes, disfrutamos muchísimo el encuentro, para ellos fue como un acontecimiento, algo que ellos saben nos acerca más a todos, para decirlo de otra forma, nos hace (si es posible) más familias”.
El campamento de futbol finaliza el 27 con la entrega de medallas.