Observa tus uñas, ¿consideras que se ven fuertes, saludables, o por el contrario hay surcos, hendiduras o tienen color inusual?
Muchas afecciones no deseadas de las uñas se pueden evitar con un cuidado esmerado.
Las uñas están compuestas por capas laminadas de una proteína llamada queratina, y crecen desde la base de la uña, debajo de la cutícula. Antes de proseguir es bueno conocer que las uñas saludables son lisas, no presentan marcas ni hendiduras, es más, tienen un color y una consistencia uniformes, sin decoloración.
A veces se forman estrías, son inofensivas. Pueden formar líneas o manchas blancas debido a lesiones, sin embargo con el tiempo desaparecen.
Si hay cambios de color en la uña, o una línea oscura debajo; cambios en la forma de la uña, -pueden curvarse-, separación de la uña de la piel que la rodea, sangrado, hinchazón, lo mejor es consultar a un especialista.
Lo más indicado para una mejor salud de las uñas es mantenerlas secas y limpias, que no crezcan debajo de ellas bacterias; el contacto frecuente con el agua, prolongado, puede provocar que se partan. Es aconsejable el uso de guantes cuando friegues o uses productos químicos.
Para la limpieza es preferible tijeras de manicure o un cortauñas, córtate las uñas en línea recta, después redondea las puntas en una curva no tan pronunciada; emplea crema humectante; cuando utilices loción para manos, frota las uñas y las cutículas.