A partir de las combinaciones y la proporción entre los distintos componentes y la mezcla, o no, con otros productos, como leche o frutos secos, se obtienen los distintos tipos de chocolate, ese preferido por millones de personas, pero es válido apuntar que es un alimento que podría incluirse -de manera ocasional- en una dieta equilibrada.
Nos gusta de diferentes maneras, la condición, es que no se consuma de manera excesiva, por su contenido de azúcar y grasa. La ingestión excesiva puede acarrear afectaciones.
Los tipos de chocolate varían (por el azúcar y la grasa), lo que hace que los beneficios del alimento estén o se diluyan. Lo encontramos desde el negro hasta el blanco, pasando por el cacao en polvo.
El chocolate negro contiene sólidos de cacao, manteca de cacao y azúcar; entre mayor porcentaje de cacao es más amargo, tiene mayor incidencia saludable para el corazón.
Estudiosos precisan que la mayor parte de las propiedades beneficiosas se asocian al contenido en cacao, por eso el más recomendable es el negro, por su porcentaje de cacao (de 75 por ciento en adelante), y tiene menos contenido de azúcar. El chocolate negro posee polifenoles, previene enfermedades cardiovasculares.
