De Nayarit, México: Beatriz Márquez... la necesidad de sentirse útil

Por Roberto PELÁEZ

‘Se tu propia motivación, muévete’, es el argumento de Beatriz Márquez, una muchacha oriunda de ‘El Ciruelo’, municipio San Blas, en el estado mexicano de Nayarit, que viene a Las Vegas con solo 17 años, allá por 1990.

Sus primeras inclinaciones, recuerda, son en el baila folklórico “bailo, comenta, desde los 8 años hasta los 15, luego comienzo a jugar voleibol infantil y juvenil, a la vez que llego al cuarto semestre de la preparatoria.

“Mi pasión por los deportes, agrega, por el movimiento y la actividad física, me lleva a estudiar y obtener la certificación como instructora de zumba (en el 2013), primero por mi misma, lo conveniente que resulta para la salud, y luego para compartir lo aprendido con muchas compañeras”, destaca la entrevistada.

Madre de tres hijos: Alfredo A. Márquez (de 18 años, quien estudia y trabaja), Jofre Sierra (16, estudia) y la pequeña Jael Beatriz Sierra (9, quien toma clases de primaria), recuerda: “tras el último parte llego a pesar 227 libras, me doy cuenta que eso me afecta la salud y acudo a los ejercicios..  gracias a la zumba, debo decirlo, bajo hasta 168”, precisa.

“Claro, que con ejercicios, con zumba solo no se resuelve, no se consiguen los objetivos que una quiere, hay que dejar a un lado malos hábitos alimentarios, cosa que no es fácil, y comer sano, dicho de otra manera también es importante una dosis de fuerza de voluntad”, argumenta, sonriente.

“Se ha dicho mucho sobre lo conveniente que resulta practicar zumba, dice, lo que aporta a la vida, a la salud, permite un mejor funcionamiento de nuestro organismo, incluida la circulación, es una herramienta muy útil contra el estrés diario y el insomnio... sé todo lo bueno que reporta, sin embargo no he podido conseguir que ninguno de mis hijos se sume, no les gusta la actividad física”, comenta.

Acerca de su superación personal, llevar a la niña a la escuela, atender la casa, el horario de zumba, asevera: “me levanto casi de madrugada, tengo que organizar muy bien mi tiempo para poder tener todo listo y estar a tiempo en cada lugar, sin embargo no paso por alto que difícilmente pudiera hacer todo esto que hago sin la ayuda, el apoyo de mi esposo (Joel Sierra), oriundo de Cuba, un magnífico compañero, un esposo, un padre, un amigo”, apunta.

“Por otro lado, acota, la zumba no sólo me ha permitido bajar de peso, tener una buena salud, ayudar a muchas compañeras, también me da la posibilidad de conocer a mucha gente, y lo que es mejor tomar parte en múltiples actividades comunitarias.

“Bailamos para causas benéficas, explica, en ocasiones recaudamos dinero para personas enfermas, son cosas que agradezco mucho, porque me dan la posibilidad de hacer cosas útiles, tender la mano a quienes más lo necesitan, y es algo que realizamos haciendo lo que más nos gusta, que es bailar y ganar en salud, resalta, creo que no hay nada como sentirse útil a la familia y a la comunidad”, advierte.

 “Es precisamente eso de sentirse útil, abunda, lo que me lleva a acercarme a FUA (Familias Unidas en Acción), conocer a Amanda Salazar, ayudar en lo posible en algunas actividades y donaciones como el evento ‘Compra sin dinero’, que es algo que llega a muchas personas necesitadas, es una actividad provechosa, me gusta eso de involucrarme, saber que hago algo bueno para los demás, sostiene, se habla poco, resalta, pero la felicidad interior, la satisfacción, también contribuye a la salud, y eso es lo primero, sin ella no podemos hacer nada, aunque nos sobre voluntad”, enfatiza.

 

“Soy de las que considera que tener un esposo, un compañero en quien puedes confiar, que es incondicional, ver a tus hijos crecer, estudiar, ser buenas personas, que tienen salud, forma parte del éxito personal, y si encima hacer lo que te gusta… qué más se puede pedir, al contrario, creo que hay mucho por lo que agradecer”, precisa.

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