De Mexicali a Las Vegas Rosy García, trabajando por los hispanos

Por Roberto PELÁEZ

Rosy García tiene poco más de medio siglo, es de Mexicali, allí vive por 22 años, asiste a la Universidad Autónoma de Baja California, estudia licenciatura de Sistemas computacionales. 

“En aquella época, recuerda, conozco a un joven muy guapo, que ahora es mi esposo; él vivía y trabajaba en Las Vegas. Tras más de dos años de noviazgo me pide matrimonio, nos casamos y vine a vivir a Las Vegas.

“Soy la única de mi familia que vive en EEUU., apunta, mis dos hermanos terminan sus carreras y tienen buenos trabajos en Mexicali y Tijuana. 

“Tengo 30 años de casada, con cuatro maravilloso hijos, inteligentes, creativos, que aportan a este gran país; he visto a Las Vegas desarrollarse, convertirse en una ciudad de grandes edificios, hoteles, espectáculos y luces.

“Por un año laboro en el hotel y casino Bellagio, después voy al Mandalay Bay... me he desarrollado siempre en servicio al cliente”, destaca. 

García trabaja para el CCSD, se desempeña como manager certificada en una Escuela Primaria. “Estoy al servicio, externa, de más de 600 niños, para mí es un placer, amo y respeto mucho mi trabajo y a la comunidad, sé lo importante que es para los padres saber que sus hijos están bien cuidados”.

Reconoce que la educación es importante, “me gusta, asegura, que los niños reciban una buena enseñanza, sin preocupación, que el ambiente en el que se desarrollan sea confiable, aunque no pierdo de vista que la labor más relevante en la educación de los niños nos toca a los padres”.    

A una pregunta de este reportero, precisa: “mamá es un gran ejemplo de servicio para mí, ella siempre ayuda a los vecinos, a las personas necesitadas, su quehacer fue indispensable en el crecimiento de mi amor por la comunidad. 

“Mi hermano, el menor, desde pequeño fue voluntario en la Cruz roja y en la central de bomberos de Mexicali, indica, al igual que mi hermano mayor, como Director en una escuela primaria siempre ayudando a sus alumnos y al que más necesitaba... pertenezco a una familia que el altruismo lo lleva en la sangre.

“Asisto, rememora, a un par de Iglesias Cristianas, me gusta ayudar, por obra del destino regreso a estas iglesias con información sobre programas de salud (del SNHD), y bancos de comida para sus congregaciones y la comunidad.

“Siento que se puede hacer más por la gente hispana, insiste, es importante unir lo físico, mental, espiritual, emocional y social para que el ser humano se desarrolle de una mejor manera.

“Fue importante, precisa, en mi decisión de buscar ayuda para la comunidad mi cuñada Carmelita, por muchos años Directora de una escuela primaria en Tijuana Baja California; ya se jubiló, se dedica a la familia y al servicio de su comunidad, atiende a un grupo de mujeres con problemas de adicciones.

“Por invitación de ella asisto a un evento de mujeres con adicciones, eso me marca, siento el deseo de ofrecer herramientas a mi comunidad para una vida mejor, me uno a Gloria Javier Angulo y a otras mujeres para servir, tomo lecciones de salud comunitaria, quiero recibir clases que me permitan estar oficialmente certificada”, sostiene.

“Pertenezco a la Promotora de Salud de Las Vegas, señala, me capacito, asisto a talleres, conferencias, sigo en el voluntariado, conozco más de las necesidades de los hispanos, de personas que no tienen un seguro médico digno, si enferman acuden a clínicas clandestinas, batallan con enfermedades crónicas.

 

“En Promotoras... de Salud apoyamos a líderes hispanos que luchan por el bienestar de la comunidad”, concluye.

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