Por Roberto PELÁEZ
La tarea del educador moderno no es cortar selvas, sino regar los desiertos
Clive S. Lewis
Me lo habían advertido, y no sé porqué abrigaba algunas dudas, sin embargo hoy estoy convencido de que Selene Lozada es una eterna enamorada de la educación.
Lozada nace en la Ciudad de México y estudia la licenciatura en sociología en la UNAM (Universidad Nacional Autónoma de México), más tarde, leal a su amor, trabaja como maestra de preparatoria. “Entonces, apunta, soy tan joven, me parece tocar el cielo con las manos, es algo hermoso materializar los sueños, estudiar, graduarte, trabajar en lo que te gusta... lo disfrutas sin miramientos y con muchos deseos de seguir aprendiendo”, añade.
“Hace 20 años decido venir a vivir a Las Vegas, recuerda, después de algunos años contraigo matrimonio, fruto de ese amor tengo tres hijos”, comenta sonriente, y su orgullo es evidente.
Su pasión por la educación la lleva a desempeñarse como voluntaria en varias escuelas; “también dedico parte de mi tiempo al voluntariado en el Springs Preserve, en el Departamento de Policía de Las Vegas y otras organizaciones educativas... me apasiona enseñar”, resalta con un brillo especial en sus ojos.
“No tengo la menor duda, expresa, que la educación desempeña o incide de manera capital en el progreso de una persona, cuando una estudia, lee, se ‘cultiva’, sale adelante, incuestionablemente ve las cosas de otra manera.
“En más de una oportunidad he dicho, advierte, que aparte de una pertrecharse de conocimientos, la educación tiene mucho que ver con el enriquecimiento de la cultura, de los valores, del espíritu, las aspiraciones”, afirma.
La entrega, la dedicación de Lozada en favor de la educación y de múltiples tareas vinculadas a la comunidad, no pasan inadvertidas, se tienen en cuenta, por lo que en septiembre del 2018 es reconocida con el ‘Premio al Mérito de Servicio’, por su abnegada labor comunitaria, un galardón por el que siente, señala, un cariño especial.
“Siento, tengo, enfatiza, un marcado compromiso con mi comunidad, creo firmemente que la educación es la clave para la equidad y la oportunidad para todos, por eso me gusta tanto enseñar, entregar lo mejor a mi gente”, remarca.
La entrevistada sabe la importancia de servir, por eso no es extraño que afirme: “me apasiona apoyar a los niños y sus familias, ayudarlos a salir adelante, los motivo a acariciar sus sueños y luchar por hacerlos realidad.
“Cuando platico de sueños, dice, no pierdo de vista los míos, también tengo aspiraciones, que por supuesto exigen entrega, desvelo, entrega, y una alta dosis de amor...
“Deseo fervientemente que cada niño obtenga las mejores oportunidades educativas independientemente de su raza, situación económica o nacionalidad, subraya, que vea cada obstáculo como un reto a vencer, y en esa lucha por materializar sus sueños tenga a sus padres al lado, apoyándolo”, afirma.
Selene Lozada actualmente estudia Comunicación y Relaciones Públicas en el College of Southern Nevada.
Cuando la plática gira en torno a su trabajo, precisa: “laboro para Opportunity 180, una organización sin fines de lucro que ayuda a los padres que tienen niños en escuelas públicas, mi función primordial es guiarlos, enseñarles sus opciones escolares y darles las herramientas para que esos pequeños tengan éxito en la escuela...
“La educación debe ser un imperativo, para todos, me apasiona ver avanzar a los padres y a sus menores, contemplar como dejan atrás sus metas, apreciar su crecimiento en todos los sentidos, apoyados precisamente en la educación, en la formación de valores que los acompañarán toda la vida”, resalta.
‘Tengo claro que la vida cambia, valoro la incidencia de la tecnología, que en gran medida obligan a replantearnos la forma de enseñar, sin embargo -vuelve a sonreír- la educación es imprescindible para la formación, más aun en los tiempos que corren”, sentencia.
