De Guadalajara... Laura Lozano y la noble vocación de servir

Por Roberto PELÁEZ

Para la joven que tengo delante servir, ayudar, superarse, es una especie de razón de ser.

Laura Lozano, oriunda de Guadalajara, México, asentada hace cinco años en Las Vegas, mira atrás y lo vivido le parece una película. “Salí hace 30 años del lugar donde nací, una ciudad hermosa, lo hice casi niña, llena de sueños y aspiraciones, deseando más que todo una vida mejor”, recuerda.

“Comprendo temprano, apunta, que para salir adelante es indispensable la educación, aprender el idioma inglés, y claro, asimilar la cultura de este país donde vivimos, al que vienen personas de todas partes del mundo, muchas veces dejando atrás familiares, amigos, la cultura, lo que ha sido su vida, para desandar otro camino.

“Llego a Tijuana, prosigue, con sólo cinco años, en compañía de mi madre, sin conocer a nadie, ella comienza a trabajar y yo a estudiar, tiempo después ascienden a mamá a supervisora en una fábrica de bulbos... con 17 años voy a California”, expresa emocionada.

Se empeña en aprender inglés, le dedica horas al estudio, y el dominio le abre las puertas a algo que la apasiona: computación de datos.

“Me gusta el mundo de la informática, sostiene, no se concibe el mundo de hoy sin la computación, administrar técnicas, métodos, diferentes procesos, almacenar, transmitir información... es un campo que tiene que ver con la investigación académica, como adentrarse en otro mundo, que sin dudas atrae, y donde una vive aprendiendo”, explica.

Se enamora, se casa, viene al mundo su pequeño, pero la relación no dura, sin embargo el tiempo no se detiene.

“Nos la vimos un poco difícil, comenta, puedo decir que nunca me falta el apoyo de mi madre, ella para mí es un ejemplo, como yo, que por mucho tiempo aliento a mi hijo a estudiar, a esforzarse, creo que el triunfo es de los que sacrifican, hoy él se desempeña como oficial de emigración.

“Tanto mamá como yo vivimos orgullosas, mi hijo ha formado una hermosa familia, le gusta su trabajo, trata todos los días de hacerlo mejor”, resalta.

Lozano trabaja en una compañía distribuidora de partes de vehículos importados de todo el mundo “todos los días pienso en mi mamá, en mi hijo, en lo que hemos conseguido a fuerza de estudiar y trabajar, de empeñarnos en hacer las cosas bien, es nuestra manera de salir adelante, de agradecer a este país... nos esforzamos, es la manera de agradecer a esta nación que nos abrió las puertas, nos dio posibilidades de avanzar, de crecernos ante las adversidades”, afirma.

Para la entrevistada ayudar, tender la mano a quienes tienen menos, a los necesitados, es también una manera de agradecer.

“Me acerco a organizaciones sin fines de lucro, que saben de personas que enfrentan necesidades, y a través de ellas pues ayudo, a mamá y a mí un día también nos ayudaron, ahorita corresponder, darle a quien tiene menos, nos reporta una satisfacción, sentimos algo hermoso por dentro, también nos vincula a la comunidad, me gusta ser agradecida, ir por la vida dando lo mejor, con una dosis de entusiasmo, con optimismo”, asegura.

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