Ya están aquí las temperaturas de tres dígitos, urge extremar las medidas de cuidados, pues el calor puede traer consigo efectos no deseados para la piel.
A muchas les preocupa que precisamente por el calor el maquillaje se eche a perder antes de lo esperado.
En esta oportunidad queremos que tomes nota de varios consejos que permiten mayor duración de los productos aplicados en la piel.
¿Qué podemos hacer?
Antes de comenzar a maquillarse, es preciso limpiar el rostro e hidratarlo. Para ello se debe utilizar una crema poco grasienta y que se absorba rápido.
Una vez que la piel esté limpia, el siguiente paso es aplicar la base de maquillaje; para evitar brillos se debe elegir una base de maquillaje líquida, ligera y libre de aceites.
Para fijar el maquillaje y conseguir una textura más sedosa, continúa con un poco de polvos sueltos. Le dan al rostro un aspecto ligero y fresco.
No se debe olvidar el corrector, pues ayuda a disimular ojeras, granitos y rojeces. Con el calor, -y para evitar que se note demasiado-, se debe aplicar uno en polvo que ayude a controlar la grasa piel.
En cuanto al colorete, no es aconsejable utilizar colores intensos, mejor los colores suaves para realzar sutilmente los pómulos que pueden estar matizados por el sol.
Respecto a los labios hay libertad absoluta en cuanto a colores. Escoja rojos, rosas, naranjas… cualquier color es bienvenido; en cuanto a la textura reservar para el invierno el gloss y si se aplica que sea en poca cantidad para no dar la sensación de boca “grasienta”.
Las sombras en polvo, por favor. Su composición permite absorber mejor los aceites. Apostar por tonos claros y naturales como los tierras, corales, rosas…
Para terminar, no olviden sellar el maquillaje, preferiblemente con un fijador en spray o en polvo. Verán cómo dura muchísimo más.
