Consejos a favor de un buen embarazo

Acabas de recibir la noticia de que estás embarazada. Y eso es algo que venías soñando desde hace tiempo. Estás feliz.

Disfruta de este momento, de la alegría que te da pensar que en unos meses tendrás a tu hijo en brazos, sin embargo también debes comenzar a adoptar las medidas necesarias para que el periodo de gestación sea lo mejor posible.

Está claro que tendrás cambios hormonales y físicos que pueden menoscabar, en cierta medida, esa felicidad. Así que para conseguir que aquellos te afecten lo menos posible, es conveniente que sigas estas recomendaciones. 

Se trata de útiles consejos dirigidos sobre todo a llevar un buen embarazo:

Es imprescindible que mantengas una dieta sana, equilibrada, donde ocupen un lugar prominente frutas, verduras y legumbres; resulta indispensable que te hidrates correctamente, tomando al menos unos dos litros de agua al día, además de zumos naturales y leche.

A menos que tengas un estado de gestación complicado o con riesgo, no dudes un minuto en llevar a cabo ejercicios físicos, éstos te servirán para controlar el aumento de peso, liberar el estrés e incluso estarás en condiciones de preparar tu cuerpo de cara al parto.

Es fundamental que acudas a todas a las citas médicas pertinentes, pues servirán para que tanto tú y tu hijo estén saludables, no puedes descuidar nada. 

Debes encontrar tiempo para ti, debes descansar y por supuesto relajarte.

No pongas reparos en asistir a clases de preparto. En ellas compartirás experiencias y sentimientos con otras mujeres embarazadas, vas a aprender los cuidados básicos del bebé y te prepararás para el momento del alumbramiento.

A pesar de que tu bebé aún no ha nacido, debes comenzar a estrechar lazos con él. Para ello no dudes en acariciar tu vientre, en hablarle e incluso en ponerle música.

Te sugerimos que uses ropa y calzado cómodos, que te ofrezcan libertad de movimientos pues te ayudarán a tener una correcta circulación sanguínea.

Por último, y no menos importante, trata de dormir al menos ocho horas diarias, tu cuerpo te lo agradecerá.

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