Consejos de belleza: ¿Cómo escoger el vestido?

El vestido no es lo que se tiene, sino lo que se añade, lo que se elige a voluntad, y en el elegir bien está el acierto definitivo para acabar de perfeccionar nuestra belleza, deja sentado Isabel de Amado Blanco en su conocido libro ‘Más belleza para ti’, lectura indispensable sobre todo por las mal llamadas sexo débil.

El estilo del vestido está determinado por la moda, abunda, y la moda debe estar al servicio de la mujer, no al contrario... claro, no siempre sucede así, y ahí vienen los grandes errores. Cuando se es joven se aspira parecerse a este o aquel tipo de mujer, por lo general una artista de cine, de teatro, de televisión, y los esfuerzos van dirigidos a reproducir sus gestos, sus peinados, sus vestidos, sin detenerse a pensar si los gestos, el peinado, los vestidos nos convienen.

Con el paso de los años, cuando se ‘afinca’ la personalidad, se van dejando a un lado los ídolos, y cada cual trata de sacar el mejor partido de si misma... así debe ser. Lo esencial es saber cómo somos, luego qué colores, líneas y estilos nos favorecen más; la moda guiará, llevará nuestros gustos en esta o aquella dirección, pero nada más. No se puede pretender estar siempre al lado del último grito.

En el vestir es muy importante el color, por eso es conveniente que el color del vestido vaya de acuerdo a nuestro tipo, al color de la piel, de la personalidad. Los colores llamados cálidos son el rojo, el amarillo, el naranja y sus derivados. Le van bien a las mujeres de personalidad brillante, de belleza llamativa.

Los colores fríos son el azul, el verde, el morado, y se avienen mejor con los temperamentos tímidos, las siluetas menos perfectas, porque reducen y disimulan, son tonos que dan la impresión de mayor reposo y tranquilidad.

El color negro sienta muy bien a las jóvenes de piel clara, también favorece la silueta porque afina y reduce, es favorito de las mujeres mayores, que deben combinarlo con toques en blanco cerca de la cara, especialmente si la piel es oscura.

El blanco es el color que ofrece más frescura, lozania y juventud, se adapta bien a las pieles blancas y las oscuras. Es perfecto para usar en las blusas lo mismo a los 15 que a los 60 años.

 

(Tomado del libro ‘Más belleza para ti’, de Isabel de Amado Blanco)  

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